Los cadáveres fueron disueltos en ácido sulfúrico; detienen y encarcelan a dos sujetos
Los homicidios, ligados a pugnas con Nueva plaza; los jóvenes usaron casa de seguridad de ese cártel para grabar cortometraje
La propiedad está a nombre de familiar presa por lenocinio
Martes 24 de abril de 2018, p. 26
Guadalajara, Jal.
Javier Salomón Aceves, Marco Francisco Ávalos y Jesús Daniel Díaz, estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV secuestrados el 19 de marzo en el municipio de Tonalá, fueron asesinados por integrantes del cártel Jalisco Nueva generación (CJNG) y sus cuerpos disueltos en ácido sulfúrico, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
En conferencia de prensa, el fiscal Raúl Sánchez Jiménez señaló ayer que se detuvo a dos personas, Gerardo N y Omar N, a quienes se impuso prisión preventiva por dos años mientras se realizan las investigaciones; además, existen cuatro órdenes de aprehensión contra otros presuntos implicados en el secuestro y homicidio.
Los indicios recabados son múltiples, graves, concordantes y unívocos, y no hay indicios en contrario
, dijo Sánchez Jiménez.
Las investigaciones siguen abiertas, pero tras valorar 67 muestras genéticas encontradas en al menos dos fincas de Tonalá se concluyó que dos de esos restos coinciden con los ADN de Marco Francisco y Jesús Daniel.
Raúl Sánchez indicó que, según declaraciones de los detenidos, Javier Salomón fue el primero en ser asesinado tras haber sido torturado, aunque falta valorar al menos otros 30 rastros genéticos. Hemos encontrado 20 perfiles diferentes
, dijo una especialista del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Negó que esto signifique que hay al menos otras 20 víctimas, aunque autoridades reconocieron que en una vivienda ubicada en el número 450 de la calle Amapola, en la cabecera municipal de Tonalá, se hallaron indicios de que se disolvía en ácido a enemigos del grupo criminal, pues había 46 bidones de ácido sulfúrico, de 56 litros cada uno, y tres tinacos con restos de dicho compuesto.
Sánchez Jiménez relacionó los asesinatos con disputas entre el CJNG y el cártel Nueva plaza, específicamente con Daniel Mejía, alias El Canzón, quien fue asesinado el 2 de abril y habría participado en la desaparición y homicidio de los estudiantes.
En la secuencia de hechos hay tres domicilios relacionados en Tonalá: el primero, llamado casa uno, fue utilizado por los estudiantes para realizar un cortometraje como tarea escolar. La propiedad era utilizada por el cártel Nueva plaza.
En esa vivienda fue capturado en 2015 Diego Gabriel Mejía –hoy detenido en el penal de Puente Grande– con otros cinco hombres que seguían órdenes de Carlos Enrique Sánchez Martínez y/o Miguel Ángel Sánchez Solórzano y/o Luis Emmanuel Rodríguez Cerros, conocido como El Cholo, considerado mano derecha de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del CJNG, con quien rompió en marzo de 2017, lo que desató disputas por el control de Tonalá y Tlaquepaque.
La casa donde los estudiantes realizaban su trabajo escolar estaba a nombre de la suegra de Diego Gabriel Mejía. Edna Judith N, detenida a principios de este mes acusada de lenocinio. La también tía de uno de los desaparecidos, Javier Salomón, dijo ser propietaria del inmueble, por lo cual los jóvenes la usaron para grabar un cortometraje.
“Existen señalamientos de que en 2017 en varias ocasiones fueron vistos en esa casa vehículos con personas armadas, de lo cual se concluye que, sin saberlo, los estudiantes estuvieron en un lugar de grave riesgo, vigilado por una célula del cártel Jalisco Nueva generación contraria al cártel Nueva plaza, al que pertenecen Diego Gabriel Mejía y El Cholo”, afirmó la FGE.
Añadió que tras interceptar a los estudiantes, el 19 de marzo, integrantes del CJNG los llevaron a una finca en la calle Lechuza, donde los torturaron y presuntamente fue asesinado Javier Salomón, después de lo cual mataron a los otros dos muchachos y los tres fueron llevados a la vivienda ubicada en la calle Amapola, donde habrían sido disueltos en ácido.