En la décima edición de la Fiesta del Libro y la Rosa, que ayer concluyó, fue presentado el libro Flores en el desierto: mujeres del Concejo Indígena de Gobierno, de la periodista Gloria Muñoz Ramírez, colaboradora de La Jornada.

Auspiciado y publicado por la Fundación Rosa Luxemburgo en México, ese trabajo con distribución gratuita recoge las respectivas historias de 10 mujeres de culturas, geografías y edades distintas, todas ellas indígenas mexicanas, que luchan contra el despojo y por la defensa de sus derechos, su territorio y los recursos naturales de su comunidad.

Son mujeres de 10 pueblos que encaran luchas distintas: contra los transgénicos en Campeche, las mineras en Sonora, las eólicas en Oaxaca o una carretera, dijo la autora.

Es decir, proyectos que llegan a esas comunidades con la cara del progreso pero que no son más que una imposición, y con ella lo que viene es el despojo, la represión, el atropello, el ataque y la destrucción, no nada más de un territorio, sino de esas culturas.

Acompañada por el poeta y periodista Hermann Bellinghausen, también colaborador de este diario, Gloria Muñoz añadió que el libro está integrado por entrevistas que en conjunto configuran un retrato de cómo se organizan los pueblos originarios y enfrentan esos embates.

Queríamos mostrar la represión que padecen las comunidades indígenas cuando se defienden o defienden sus territorios, situaciones por las que las personas son criminalizadas, encarceladas, desaparecidas, expulsadas de sus comunidades o asesinadas.

El enfoque de la investigación se centra en la participación de la mujer indígena en esa lucha, dijo la periodista, pues en realidad, apuntó, es una participación que ha existido siempre, si bien ocurría de otras maneras, como preparando la comida, por ejemplo.

Eran como las adelitas: un acompañamiento, pero con un lugar específico. Ahora ya no es así, son mujeres muy valientes que enfrentan un ataque y están en la primera línea de la defensa de sus territorios, agregó.

Gloria Muñoz, en la Fiesta del Libro y la Rosa en el Centro Cultural Universitario, al lado de un ejemplar de su trabajoFoto Marco Peláez

Son mujeres que participan en asambleas, que tienen representación en ellas y que en esta representación fueron nombradas en el Concejo Indígena de Gobierno.

Realidad nacional invisible

Tras puntualizar que el libro cuenta con una versión electrónica multimedia, con videos y fotos, disponible también de forma gratuita en la página de Internet floreseneldesierto.desinformemonos.org, Gloria Muñoz dijo que este trabajo recoge las voces de mujeres de historias guerreras, pero que también tienen sus contradicciones.

No son mujeres que se puedan idealizar o poner en un altar. Son mujeres como cualquiera de nosotros. Lo que las caracteriza es que todos los días, desde que amanece hasta que anochece, deben defender lo que son. Aquí hay que defender el color de piel, la identidad y la cultura, desde que se nace.

Bellinghausen destacó que Flores en el desierto apunta a una realidad nacional que a pesar de todo lo que ha ocurrido en las más recientes décadas sigue siendo fundamentalmente invisible: lo que pasa con los pueblos indígenas en el país.

En las últimas tres décadas, se ha transformando la visión de la gente en México sobre los pueblos indígenas, pero sigue siendo básicamente pobre. Es un desperdicio porque es uno de los aspectos más interesantes para conocer en nuestros país en estos momentos, que tantas cosas tiene para que nos sintamos enojados con él, deprimidos, inconformes.

Sostuvo que el gran triunfo del neoliberalismo no es económico, sino mental, pues nos han convencido de que no hay de otra, y en ese contexto, dijo, una de las guías que debemos tener, éticas, políticas y hasta estéticas, es lo que están desarrollando los pueblos indígenas.