La cantante española presentó su nuevo disco la noche del jueves
Sábado 21 de abril de 2018, p. 9
Un piano, dos guitarras en sendas bases, un contrabajo eléctrico junto a la batería y un micrófono junto a un atril esperaban, en el tenuemente iluminado escenario la presencia y voz de Sole Giménez la noche del jueves en el Teatro de la Ciudad.
Los aplausos acompañaron a Sole desde su aparición hasta su llegada al centro del proscenio. “Aunque se pierda entre la selva/ el viejo canto del tambor;/ aunque la llama no sea eterna/ y el eco robe mi voz… sigo esperando la lluvia/ sigo esperando el amor”. Así, con estas frases musicalizadas comenzó el concierto Los hombres sensibles, título que también da nombre al disco más reciente de la autora de Volver al mar, segundo tema que interpretó esa noche.
En los siguientes números musicales, la cantante española nacida en París se paseó por diversas cadencias rítmicas. Entre canción y canción, Sole hizo referencia a hombres maravillosos, quienes siempre han estado junto a mí y cuyas voces necesitamos oír
. Así inició la presentación de sus invitados. El primero fue Armando Manzanero, entre aplausos que fueron subiendo de tono. La anfitriona acompañó al compositor hasta el piano; ya instalados entonaron con el halo de intimidad requerida Esta tarde vi llover, que fue recibida con un ¡ah!
casi general. Los aplausos impidieron escuchar con claridad la despedida del autor yucateco.
El siguiente en la lista de invitados fue Juan Pablo Manzanero quien, comentó Sole, puso en pocos días la canción Que yo ya lo dije; luego, Édgar Oceransky cantó Otro día sin ti: “Hay días que no debían de existir/ los días sin ti…” Sole continuó el recital con Toda una vida en ritmo latino, en la que cupo sabrosamente el estribillo: “oye cómo va/ mi ritmo…”.
Jovialidad y estilo
Mijares ingresó al tablado entre las exclamaciones de las presentes y los recuerdos de Sole, quien comentó que La vida loca, tema que interpretarían juntos, la grabaron ambos hacía algunos años. La jovialidad de Áleks Syntek se hizo presente desde que pisó el escenario para saludar a los excelentes músicos que cobijan la voz de Sole Giménez; Syntek se sentó al piano e interpretó unos compases del tema de Sexo, pudor y lágrimas, para después cantar a dúo La noche, con Sole. El concierto prosiguió con versiones de Como hemos cambiado, La flor de la mañana y Alma de blues, dejando para mejor ocasión las peticiones surgidas entre gritos de otros éxitos, como Flores para ti y, sobre todo, la suplicada por una joven enamorada: Nadie como tú, ante la mirada cómplice de su acompañante.