Cruz Azul se va del estadio Azul y el defensa Julio César Domínguez lamentó que la despedida sea triste, con historias amargas después de haber perdido varias finales en ese recinto y sin haber podido festejar un campeonato.

Me voy triste por no haberle dado en esa cancha un título a los aficionados, porque ellos también lo anhelaban, pero sobre todo nosotros, que hemos trabajado al máximo y no se nos ha dado, pero se nos va a dar, dijo.

La Máquina recibirá este sábado a Morelia en un duelo emblemático, al ser el último que disputará en el coloso de Insurgentes. Los celestes tienen escasas posibilidades de avanzar al tener 16 unidades, mientras Morelia se encuentra en zona de clasificación.

Domínguez dejó claro que jamás creyó en la superstición que ensombrecia al recinto de la colonia Nochebuena, ya que siempre se esforzó para sacar el mejor resultado, pero aceptó que con la mudanza al estadio Azteca dejarán atrás dolorosos recuerdos.

Me he partido la madre por el equipo, desde niño le voy a Cruz Azul. Siempre se decía de esos fantasmas, pero yo me enfocaba en el día a día, en el presente. Cuando me dicen de las historias del pasado y de los fantasmas, lo dejo atrás porque cargas con algo que no te deja jugar.

Afirmó que no les incomodará compartir el coloso de Santa Úrsula con el América, aunque reconoció que tendrán que adpatarse. Tenemos que acostumbrarnos, porque jugamos muchos años en el Azul y, aunque no quiera, cuesta el cambio.