La larga espera llegó y sin disculpas de por medio, el presidente Enrique Peña Nieto entregó los Premios Nacionales del Deporte (PND) 2017, en un acto en Los Pinos al que no asistieron los galardonados Javier Chicharito Hernández, Felipe Muñoz y Carlos Slim Helú

El futbolista por sus compromisos en la liga alemana, el Tibio porque anda en su campaña de diputado y el empresario por compromisos anticipados, enviaron a sus representantes a recibir el galardón que esperaban desde enero pasado.

Como Presidente de la República es motivo de gran satisfacción, de honor y de distinción, estar junto a triunfadores, frente a ganadores, frente a mujeres y hombres que destacan en el deporte, dijo Peña Nieto a las medallistas mundiales Natalia Botello, Adriana Jiménez, Diana Laura Coraza, María Isabel Buitrón, los entrenadores Adriana Loftus e Iván Rodríguez, y el submonarca olímpico de Los Ángeles 1984, Daniel Aceves Villagrán, ganador por trayectoria y mérito deportivo.

El mandatario enfatizó que quienes ganaron el PND 2017 se hicieron acreedores a este reconocimiento con justicia por sus trayectorias, por sus méritos y sus logros deportivos.

Especial atención puso en la esgrimista Natalia Botello, quien durante su mensaje causó risas de lo nerviosa que se sentía y tuvo que repetir un párrafo de las casi tres cuartillas que leyó. Señaló que a sus 15 años de edad tiene enorme mérito haber alcanzado ya estos reconocimientos y estos triunfos de orden internacional, con las cinco medallas mundiales juveniles que ha ganado en Bulgaria e Italia en 2017 y en lo que va del 2018. Botello es un talento deportivo detectado en Tijuana y que ha rendido frutos en tan corto tiempo superando adversidades.

El Presidente reconoció a cada uno sus logros, los cuales se mostraron a través de un video. La imagen del Santo, a quien se concedió un premio post mortem, que fue recibido por su hijo del Enmascarado de Plata, arrancó aplausos en el salón Adolfo López Mateos.

En ausencia, a Javier Hernández, máximo anotador histórico de la selección nacional, el je- fe del Ejecutivo le pidió que haga más goles, y le reiteró su deseo de éxito en el Mundial de Rusia. Peña bajó del templete central y se dirigió al lugar donde estaba sentado Tomás Balcázar González, abuelo del Chicharito, para darle en sus manos el premio de su nieto. Estaba conmovido a sus 85 años y decía que el Tri llegará al quinto partido y si Dios quiere, al título.

Otra de las más aclamadas fue Adriana Loftus. Trae porra, le dijo Peña a la entrenadora de natación artística (antes nado sincronizado), quien estuvo acompañada de su familia, pues sin el apoyo de éstas, diría en su discurso el Presidente, creo que difícilmente podrían haber alcanzado los triunfos y logros que han obtenido en su carrera deportiva.

Con excepción de Slim (quien mandó a su yerno Arturo Elías Ayub en su representación) y del futbolista Javier Hernández, por ser deportista profesional, los ganadores recibieron una medalla de oro, una roseta, un diploma y un premio de 763 mil 921 pesos.

La ceremonia para la que se había programado una hora se prolongó un poco más en la residencia oficial, a donde llegaron autobuses con deportistas de las Academias de Basquetbol y Beisbol de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, mientras invitados y directivos aprovecharon para llevar a sus familiares y hasta a la niñera, como el titular de la Conade, Alfredo Castillo.