Martes 17 de abril de 2018, p. 2
Washington. El calentamiento global interfiere con la hora de la cena programada por la naturaleza, lo que hace que las criaturas hambrientas y las que están en su menú lleguen a horas muy diferentes, indicó un nuevo estudio. El momento oportuno lo es todo en la naturaleza. Las abejas deben estar por ahí y las flores tienen que florecer al mismo tiempo para que funcione la polinización, y los depredadores deben migrar igual que su presa. Sin embargo, el estudio –publicado ayer en la revista Proceedings de la Academia de Ciencias de Estados Unidos– dice que las temperaturas más cálidas interfieren con eso. Analiza los tiempos de 88 especies interdependientes.