Moscú.

A solicitud de la dependencia reguladora de Internet en Rusia, Roskomnadzor, una Corte de Moscú dictaminó este viernes bloquear de inmediato el acceso en todo el país a la popular aplicación de mensajería Telegram, provocando con ello la indignación de millones de usuarios, quienes calificaron la medida de violación de sus derechos constitucionales a la libertad de expresión y al secreto de correspondencia.

En calidad de motivo formal se utilizó la negativa del fundador de Telegram, Pavel Durov, a proporcionar al Servicio Federal de Seguridad, FSB (siglas en ruso del organismo sucesor del KGB soviético), las claves para descifrar las conversaciones privadas codificadas.

Vencidos los 15 días de plazo para entregar esos algoritmos, exigencia que Durov se negó a cumplir argumentando que técnicamente es imposible por las características del complejo sistema de encriptado que usa Telegram, el gobierno ruso puso en marcha la maquinaria judicial para instrumentar el bloqueo.

Frente a los medios de comunicación del Estado, la televisión pública en primer término, Telegram –mediante sus numerosos canales informativos, en los cuales cualquier persona puede difundir noticias y opiniones– llegó a convertirse en Rusia en un eficaz medio de comunicación horizontal, al margen de la línea oficial marcada por el Kremlin.

Por ello, para conocer y controlar el intercambio de mensajes entre los usuarios, el FSB exigió la entrega de las claves del cifrado bajo el pretexto de que los terroristas que cometieron el atentado en el Metro de San Petersburgo (el 3 de abril del año anterior) se coordinaron vía Telegram de modo encriptado.

La representante de Roskomnadzor en el juicio, Maria Smelianskaya, pidió que el bloqueo entrara en vigor de inmediato, debido a que los datos que se difunden mediante Telegram pueden ser catalogados de extremismo y terrorismo, así como representar una amenaza para la seguridad de Rusia y todos sus habitantes.

En contraste, Pavel Chikov, director de la organización no gubernamental Agora, que defiende los intereses de Telegram y no asistió al juicio por instrucciones de Durov, quien pidió no legitimar con su presencia esa farsa, afirmó: La Corte se contrapuso frontalmente a los intereses de la sociedad, colocando a Rusia en el mismo nivel de los países donde prima el menosprecio por los derechos, cortan cabezas y combaten el progreso y las libertades.

Por lo pronto, el bloqueo del acceso causa malestar entre los usuarios, pero no resulta efectivo: es posible seguir usando Telegram con cualquier VPN (Virtual Private Network, red privada virtual que permite cambiar el país desde el que se accede) y los servidores Proxy, que efectúan funciones similares para evitar las restricciones. En el segmento ruso de Internet es fácil encontrar instructivos y manuales para poder usar Telegram en este país.

Además, Durov prometió que Telegram incluirá soluciones, incrustadas en el interior de la aplicación, para desbloquear su acceso en Rusia sin necesidad de que los usuarios hagan nada. Sólo pidió actualizar Telegram.