Washington.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, negó ayer que el Pentágono vaya a financiar el polémico muro que quiere levantar el presidente Donald Trump en la frontera con México, y adelantó que sólo pagará protecciones en zonas militares cercanas a la línea divisoria.

Mattis aseguró durante una audiencia en la Cámara de Representantes que el Pentágono sólo considerará sufragar vallas o barreras alrededor de instalaciones castrenses o lugares en los que se realizan maniobras militares.

Es una cuestión de seguridad. No me importa quiénes sean, son seres humanos, dijo refiriéndose a los inmigrantes sin papeles que cruzan la frontera. No quiero que se vayan a meter en un campo de tiro.

Trump propuso a finales de marzo que el Pentágono pagara parte de la construcción del muro en la frontera con México con el que asegura que frenará la entrada de inmigración indocumentada y de drogas en Estados Unidos.

El presidente argumentó que se trata de un asunto de seguridad nacional. Y lo hizo después de que el Congreso no le diera 25 mil millones de dólares que pedía para la barrera.

En los presupuestos aprobados para este año fiscal se incluyó sólo una partida de mil 600 millones de dólares para el muro, sujetos además a condiciones y restricciones de gasto.

Trump ordenó la semana pasada el envío de la Guardia Nacional a la frontera mientras se construye el muro.

Su secretario de Defensa aseguró ayer que ese despliegue no es parte de una estrategia a largo plazo del Pentágono. Se trata, dijo Mattis, de que presten ayuda a los agentes de frontera en una época en la que se producen muchos intentos de cruce sin documentos.

Trump ha cifrado en entre dos y cuatro mil, el número de efectivos de la Guardia Nacional que se desplegarán en la frontera.

California accedió finalmente a enviar 400 militares a su frontera, tras haber permanecido días en silencio. Texas ha comprometido un millar.

Las contribuciones de Nuevo México y Arizona, menores, suman no obstante hasta superar 2 mil. Mattis dijo ayer que hay ya desplegados 800 efectivos, a los que se podrían unir otros 700 en un nuevo envío.

La ley estadunidense prohíbe que los cuerpos militares actúen como agentes de policía, por lo que los efectivos de la Guardia Nacional no podrán participar en detenciones de inmigrantes y se tendrán que limitar a la colaboración en la seguridad fronteriza.

Tanto el demócrata Barack Obama como el republicano George W. Bush enviaron a esa frontera efectivos de la Guardia Nacional durante sus mandatos. Obama desplegó mil 200 en 2010 con la tarea de vigilar la separación fronteriza. Bush mandó 6 mil entre 2006 y 2008 como refuerzo de los agentes fronterizos.