Yo no soy Javier Duarte ni Roberto Borge; no tengo cola que me pisen. No he robado ni un peso, que no les quepa duda; soy un ciudadano que quiere cambiar las cosas en la capital, afirmó Mikel Arriola, aspirante del Partido Revolucionario Institucional a gobernar esta urbe, ante estudiantes y académicos de la Universidad Anáhuac que le cuestionaron su postulación por un partido corrupto.

El abanderado del tricolor aseguró que le indigna, entristece y enoja la corrupción en todos los partidos, por lo que no le cuesta trabajo desmarcarse de quienes han desprestigiado al suyo. Yo soy Mikel Arriola, llevó 16 años en el servicio público y puedo ver de cara a la gente, apuntó.

Dijo que no está avergonzado ni arrepentido de contender con las siglas del PRI, sino orgulloso de encabezar este esfuerzo, porque no se puede explicar la existencia de muchas instituciones, como el Instituto Mexicano del Seguro Social, o la infraestructura en materia vial, hidráulica y educativa de la ciudad, sin el tricolor.

Aseguró que está en esta trinchera para combatir el clientelismo de Morena y el Partido de la Revolución Democrática, contra los que alista denuncias por condicionar los apoyos sociales al voto, y aseguró que en el tema del aborto y la adopción por matrimonios del mismo sexo no atropellará los derechos de nadie.

Mantengo mi postura en favor de proteger la vida y proteger los derechos de los niños, y como autoridad tendré que respetar la ley.