En 2017 se asignaron $101 millones al proyecto y no se ha colocado la primera piedra
Sólo se beneficiaría a tres proyectos industriales, denuncian campesinos del noroeste del estado
La Conagua asegura que estará terminada antes de que concluya la presente administración
Jueves 12 de abril de 2018, p. 28
Zacatecas, Zac.
A unos meses de que Enrique Peña Nieto deje la Presidencia, más de 12 mil campesinos en el noroeste de San Luis Potosí siguen esperando la construcción de la presa La Maroma, que el 9 de mayo de 2012 el entonces candidato priísta les prometió y que en 2013 la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció con una inversión de 423 millones de pesos, incluidas obras complementarias.
La Maroma se instalaría en el Altiplano potosino, en el arroyo Jordán, municipio de Catorce. Su cortina tendría 53 metros de altura en el punto más elevado y una longitud de 125 metros.
A petición de agricultores y pequeños ganaderos se construirían una acequia de la que tomarían agua, y se perforarían cinco pozos para uso comunitario.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 se destinaron 101 millones de pesos (de un total de 248 millones) para el embalse, pero no se ha colocado siquiera la primera piedra, denunció el investigador Francisco Peña de Paz, coordinador del programa Agua y Sociedad de El Colegio de San Luis Potosí (Colsan).
Otras obras previstas eran la modernización del camino Chilares-La Maroma, de 21 kilómetros, con un costo de 213 millones de pesos, de los cuales en 2017 el gobierno federal destinó 53 millones de pesos, e infraestructura para distribuir agua entre los campesinos de la región. Para los cinco pozos y la acequia de uso libre se canalizaron 43 millones de pesos, de un total de 65 millones, incluidos en el presupuesto de 2017.
De todas estas obras (identificadas oficialmente como CG-052) sólo hay algunos tramos de un acueducto de 30 kilómetros de longitud y 12 pulgadas de diámetro, pero no será un canal libre, sino un ducto sellado de acero, que llevará el agua de la presa hasta una planta potabilizadora en la ciudad de Matehuala. Esta obra se licitó a varias empresas.
Peña de Paz dijo que los campesinos del Altiplano han buscado asesoría del Colsan porque se enteraron de que gran parte del agua que capte la presa La Maroma será para tres grandes proyectos industriales: invernaderos productores de jitomate, ya en operación, y dos granjas que emplearán enormes volúmenes de agua, una porcina en el municipio de Cedral y una productora de huevo de la empresa San Juan.
De acuerdo con el informe sobre la presa La Maroma elaborado por el Colsan, la capacidad del embalse sería de 4 millones de metros cúbicos de agua potable y de uso hidroagrícola.
Cuando Peña Nieto tomó posesión como Presidente, el compromiso se formalizó con un convenio de colaboración que firmaron el Ejecutivo federal por conducto de Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y la Conagua, cuyo director era David Korenfeld Federman. Por San Luis Potosí firmó el entonces gobernador Fernando Toranzo Fernández
. El convenio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 25 de junio de 2013.
En junio de 2017, cansados de promesas
de construcción de caminos y otras obras comunitarias, ejidatarios de La Maroma, municipio de Catorce, y de La Presita, municipio de Villa de Guadalupe, obtuvieron un amparo del juzgado octavo de distrito, que ordenó la suspensión del proyecto CG-052. El juicio fue promovido por los ejidatarios Arturo Soto y Serapio Camarillo, como representantes del grupo de inconformes.
Con la presión electoral encima, y sabedores del incumplimiento de este compromiso, los gobiernos estatal y federal anunciaron a principios de este año el comienzo de los trabajos.
El pasado 28 de enero, en rueda de prensa, funcionarios de la Conagua informaron que la citada presa será una realidad antes de que concluya el sexenio y beneficiará a más de 24 localidades de los municipios de Catorce, Villa de Guadalupe y Matehuala. La construcción se iniciará en mayo, aseguraron los burócratas.