Roma.

La Roma hizo el milagro y derrotó 3-0 a un confiado Barcelona, para remontar el 4-1 encajado en el Camp Nou, por lo que con global 4-4, y gracias al gol de visitante, se instaló en semifinales de la Champions League. En tanto, el Liverpool avanzó sin sobresaltos, de nuevo venció 1-2 al Manchester City, que suma- do al marcador de la ida (3-0) lo ubicó en la antesala del título con un categórico 5-1.

Pocos apostaban a que la Roma pudiese eliminar en cuartos de final a un Barcelona que parecía dirigirse hacia un triplete y que sólo había perdido un partido esta temporada. Pero ayer los azulgranas salieron a deambular al campo de juego, apenas inquietaron al portero brasileño Alison Becker.

La altura y el juego aéreo de Edin Dzeko y Patrick Schick dieron muchos problemas a los catalanes. A los seis minutos, los italianos encajaron el primer tanto con un pase en largo de Daniele de Rossi, el cual protegió bien el delantero bosnio y batió en la salida a Marc André Ter Stegen, entonces la Roma comenzó a creer en el milagro.

Lejos de reaccionar, el Barcelona siguió sufriendo las embestidas del rival, que pudo haber ampliado el marcador con dos cabezazos de Schick y una jugada en la que Gerard Piqué evitó in extremis el disparo de Kolarov. Un Barça desconocido apenas podía enlazar jugadas de ataque y el mayor peligro llegó en dos faltas al borde del área que Messi cobró y envió fuera.

La fisonomía del partido no cambió tras la pausa y en otra jugada de Dzeko, el bosnio fue derribado en el área, el árbitro señaló penal que transformó en el segundo gol il capitano Daniele de Rossi, al minuto 58.

Alentados por el alborotado graderío del estadio Olímpico, los romanos estuvieron cerca del tercero, primero con un remate de Radja Nainggolan, después con un cabezazo de De Rossi y un nuevo intento de Stephan El Shaarawy. Fue hasta el minuto 82 cuando tras un córner Kostas Manolas se adelantó a la defensa y cabeceó en el primer palo al fondo de la red.

En esta ocasión, el Barcelona no pudo encomendarse a Messi y deja la competición europea por la puerta de atrás.

Es duro para todos, para el club, para los jugadores, para la gente. Hemos fallado otra vez en esta competición, reconoció el capitán Andrés Iniesta. En contraste, el técnico romano Eusebio di Francesco dijo eufórico: Tenemos que pensar en Kiev, en referencia a la ciudad que albergará la final, el 26 de mayo. Asimismo destacó la agresividad y el “pressing” de sus dirigidos.

En la otra serie disputada ayer, el Manchester City marcó pronto, al minuto dos, por medio del brasileño Gabriel Jesus, y también creyó poder dar la vuelta al adverso marcador.

Tras una primera parte de gran superioridad Citizen, la expulsión de Josep Guardiola en el descanso, por protestar al colegiado español Mateu Lahoz, quien había anulado un gol a Leroy Sané por un fuera de juego inexistente, desquició a los locales.

El gol de Mohamed Salah a los 56 minutos sepultó las esperanzas de remontada del City y el brasileño Roberto Firmino, con una definición excelsa, acabó dando el triunfo a los Reds, que no llegaban a semifinales desde hacía 10 años.

Defendimos bien, no fue nues- tro mejor juego, pero al final lo merecimos, afirmó el alemán Jürgen Klopp. Guardiola indicó: Dije que fue gol cuando el balón llegó a Leroy Sane, por eso me expulsó. Habría sido diferente ir 2-0. En esta competencia los equipos están muy igualados y la influencia de las decisiones arbitrales es muy importante. Lo intentaremos de nuevo la próxima temporada, afirmó el catalán.