Salisbury.

El ex espía ruso Serguei Skripal responde bien al tratamiento, mejora rápidamente y ya no se encuentra en estado crítico después de que fue envenenado junto con su hija Yulia, con el agente neurotóxico novichok el 4 de marzo pasado, reportó este viernes Christine Blanshard, directora del hospital distrital de esta ciudad británica, donde ambos son atendidos.

El anuncio se hizo en momentos en que Estados Unidos aplica nuevas sanciones contra Rusia, ahora a siete oligarcas, 17 funcionarios de alto rango y 12 empresas por desarrollar un creciente modelo de actividad maligna en todo el mundo, entre ellas la supuesta injerencia en sus elecciones de 2016.

Blanshard agregó que el estado de salud de Yulia mejora a diario. Se encuentra consciente y estable, y está impaciente por salir del hospital.

La televisión estatal rusa reportó el jueves pasado que Yulia estuvo en condiciones para hablar por teléfono a su prima Viktoria Skripal, radicada en Rusia, para decirle que ella y su padre se recuperan y esperan salir pronto del nosocomio.

El Ministerio del Interior británico notificó ayer sobre el rechazo del visado que solicitó Viktoria para visitar a sus dos familiares internados, porque no cumple con las reglas de inmigración.

En tanto, el experto británico en armas químicas Hamish de Bretton-Gordon aseguró al diario The Times que la sustancia que se utilizó para el ataque se extrajo del complejo militar soviético Instituto de Investigaciones de Estado para la Química y las Tecnologías Orgánicas, ubicado en la ciudad cerrada de Shijany, en la región de Saratov, suroeste de Rusia.

La policía indicó que la mayor concentración del neurotóxico estaba en la puerta de la casa de Skripal, ubicada Salsbury. En la vivienda, el gato y dos conejillos de indias del ex espía ruso fueron hallados muertos, posiblemente por la misma sustancia.