Lo acusan de drogar a mujeres para inmovilizarlas y tocarlas
Sábado 7 de abril de 2018, p. 6
Nueva York.
Un segundo juicio contra Bill Cosby por una presunta agresión sexual cometida hace 14 años comenzará el próximo lunes, esta vez en un contexto más complicado para el actor, debido al testimonio de otras cinco supuestas víctimas y el auge del movimiento #MeToo.
El comediante afroestadunidense de 80 años, hoy caído en desgracia, fue un pionero que derribó las barreras raciales en la televisión, pero corre el riesgo de pasar el resto de su vida tras las rejas si es hallado culpable de drogar y hacer tocamientos a la ex funcionaria universitaria Andrea Constand en su hogar de Filadelfia en 2004: enfrenta una sentencia mínima de 10 años de prisión más una multa de 25 mil dólares.
Más de 60 acusaciones
Un primer juicio celebrado en junio pasado culminó con la anulación del proceso porque el jurado no alcanzó un veredicto unánime tras seis días de testimonio y 52 horas de deliberaciones.
Los 12 integrantes del jurado para el nuevo proceso que durará cerca de un mes ya fueron escogidos: son siete hombres y cinco mujeres. Diez son blancos y dos negros, como en el primer juicio.
Unas 60 mujeres han acusado públicamente a Cosby de haberlas drogado con medicamentos para abusar de ellas a lo largo de cuatro décadas. La mayoría de las presuntas agresiones han prescrito.
Estas denuncias y el juicio iniciado por Constand han arruinado la reputación del ganador de varios Emmys que de 1984 a 1992 interpretó a Cliff Huxtable, cariñoso padre de familia y atento ginecólogo en la popular serie televisiva The Cosby Show.
Constand, una canadiense de 44 años, asegura que Cosby le dio pastillas y vino, y que en minutos fue incapaz de moverse. Afirma que el actor la acostó en un sofá, le tocó los senos, puso los dedos en su vagina, le tomó la mano y la colocó en su pene erecto.
Cosby dice que dio a Constand pastillas de Benadryl para aliviarle el estrés e insiste en que la relación fue consensuada y la acusa de mentir para sacarle dinero.
Constand, que es gay, pero ha declarado haber tenido relaciones con hombres, inicialmente llegó a un acuerdo con Cosby en 2006 tras una demanda civil. El caso fue reabierto en 2015, cuando nueva evidencia salió a luz.
El caso se resume a la palabra de ella contra la de él, ya que no hay pruebas de agresión.
Esta vez el juicio en Norristown, en los suburbios de Filadelfia, tendrá lugar en un contexto muy diferente.
El juez Steven O’Neill permitirá el testimonio de otras cinco mujeres, además del de Constand, un triunfo para la fiscalía que busca presentarlo como depredador sexual en serie.
La gente está dispuesta a creer que una aparente víctima está mintiendo pero es mucho más difícil creer que cinco de ellas lo están haciendo
, dijo Daniel Filler, decano y profesor de derecho de la escuela de leyes de la Universidad de Drexel.
Es un problema tremendo para la defensa. Es como pelear una guerra en múltiples frentes
, coincidió William Brennan, abogado de Filadelfia que ha seguido el juicio. La evidencia ha cambiado y la situación ha cambiado
, aseguró.
A diferencia del primer juicio hace casi un año, este tendrá lugar en la era del movimiento #MeToo contra el abuso sexual, que ha derribado a decenas de hombres poderosos en Hollywood, las artes, los medios o la política y acarreado consigo un mar de cambios en la sociedad estadunidense.
Este es un momento en el cual imagino que más jurados se sentirán más cómodos creyendo a mujeres que son víctimas de violencia sexual
, dijo Filler.