Entregará plan de 10 puntos a quien gane la Presidencia
El propósito, construir una sociedad más próspera y justa, señala
Jueves 5 de abril de 2018, p. 4
Ante las elecciones del próximo primero de julio, la Asociación de Bancos de México (ABM), que agrupa a 49 instituciones financieras, elabora un plan estratégico, que entregará a quien resulte electo presidente de la República, cuyo propósito es mantener y acelerar el vigoroso compromiso de la banca con el país y con la sociedad.
Como se señaló durante la reciente Convención Bancaria, realizada los días 8 y 9 de marzo pasados en Acapulco, Guerrero, la ABM identificó 10 condiciones indispensables para garantizar un desarrollo económico sostenible e incluyente, sobre las cuales es necesario seguir trabajando y acelerar con la finalidad de construir una sociedad más próspera y justa.
Acerca de los 10 principios que deberían guiar la actividad financiera en los próximos años, la ABM propuso: prudencia en la política económica y estabilidad macro; un banco central autónomo; finanzas públicas sanas; tipo de cambio flexible; libre comercio; sistema financiero sólido y con libre competencia; respeto a las instituciones; vigencia del estado de derecho; libertad individual y derechos humanos, e igualdad y justicia social.
1. Prudencia en la política económica y estabilidad macro. En estas últimas dos décadas los mexicanos hemos aprendido el valor de estos pilares, los cuales nos permiten planear a largo plazo
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2. Banco central autónomo: Hemos aprendido que contar con un banco central autónomo, con un mandato claro para combatir la inflación, es condición necesaria para el desarrollo y la lucha contra la desigualdad
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3. Finanzas públicas sanas: Tenemos clara la valía de mantener un marco fiscal en orden, con un manejo prudente del endeudamiento público y la obligación de contar con fuentes estables y competitivas de ingresos
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4. Tipo de cambio flexible: Después de muchos costos y sacrificios en nuestro desarrollo, reconocemos el valor de contar con un tipo de cambio flexible, el cual funciona como válvula de escape para modular cualquier presión interna o externa, sin afectar la marcha real de nuestra economía
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5. Libre comercio: Aprendimos también que la interacción permanente con el resto del mundo y el libre intercambio de bienes y servicios significa volvernos más productivos y ser actores principales en un mundo interconectado, sobre todo a la luz del surgimiento de visiones proteccionistas alrededor del mundo que atentan contra el bienestar que hemos alcanzado
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6. Sistema financiero sólido y con libre competencia: Estamos convencidos de que un sistema bien capitalizado, que mantiene óptimas condiciones de regulación y supervisión, y que dota a sus integrantes de la capacidad para establecer sus estrategias de negocios, ofertas de productos y condiciones de precios en un ambiente competitivo, se traduce en beneficios palpables para nuestros clientes
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7. Respeto a las instituciones: Asimilamos la necesidad de contar con instituciones sólidas que favorezcan la toma de decisiones y promuevan la inversión. Es muy claro, las naciones desarrolladas cuentan con una base de instituciones fuerte, la cual les permite fomentar el desarrollo
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8. Estado de derecho: Hemos ratificado una y otra vez que la vigencia plena del estado de derecho y el respeto absoluto a los derechos de propiedad son condiciones imprescindibles para alcanzar un desarrollo pleno e incluyente
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9. Libertad individual y derechos humanos: Reconocemos el valor de las decisiones de cada individuo en el marco de la ley y el apego a los derechos humanos como ejes en el fortalecimiento de una sociedad más democrática
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10. Igualdad y justicia social: Anhelamos la construcción permanente de una sociedad más justa y próspera, que combata los rezagos sociales y otorgue a cualquier individuo las mismas oportunidades. Como banca, garantizar condiciones de ingresos adecuados para un mayor número de personas significa la oportunidad de contar con más clientes
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La ABM consideró que a partir de lecciones aprendidas como sociedad durante décadas y gracias a un entorno de estabilidad y certidumbre, la banca en México ha registrado su periodo de expansión más prolongado y ha contribuido al progreso de las personas y de las empresas en el país, en un marco regulatorio exigente y responsable, y sobre bases sólidas que permiten construir estrategias de largo plazo.