Un empleado del penal de La Toma, en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, filtró que cuatro reos de alta peligrosidad serían trasladados la noche del sábado, lo que derivó en el motín en el cual perecieron seis policías y un civil (otro interno murió ayer), dio a conocer el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

El mandatario negó que en esa cárcel haya autogobierno. Lo que hubo fue falta de lealtad de un funcionario de rango menor que filtró la información del traslado. Cuando los policías llegaron los internos ya estaban advertidos, lo que dificultó la operación.

Yunes detalló que ayer por la madrugada, en el Hospital Regional de Córdoba, falleció Luis Rogelio Hernández Flores, alias El Caballo, quien sufrió traumatismo craneoencefálico durante el amotinamiento. El recluso se encontraba en Amatlán por secuestro y asociación delictuosa. En el mismo hospital seguían ayer seis reos, dos con lesiones graves.

En diciembre pasado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alertó al gobernador panista sobre las condiciones de riesgo y violaciones a las garantías individuales en los centros de internamiento del estado, incluido el de Amatlán.

Entre las irregularidades detectadas en varias inspecciones por visitadores de la CNDH destacan instalaciones deficientes, falta de infraestructura para albergar a mujeres, alimentación inadecuada, sobrepoblación, riesgos de tortura y malos tratos, autogobierno, falta de personal de seguridad y de programas preventivos, así como servicios médicos insuficientes.

El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), dependiente de la CNDH, dirigió la recomendación M-08/2017 a Yunes Linares en diciembre anterior. En el documento detalló que el 29 de junio de 2016 había presentado un informe de seguimiento sobre las condiciones de las cárceles en Veracruz y advirtió que el gobierno local no había atendido sus observaciones, por lo que instó a hacerlo de inmediato; asimismo, el MNPT hizo siete exhortos a Yunes para corregir las irregularidades.