En operación unos 4 años y medio, regresó este lunes; quedó calcinado en el Pacífico sur
Clave para que la nación asiática adquiera la tecnología de acoplamiento de naves
Demostró la viabilidad de permanecer largo tiempo fuera de la Tierra, explica funcionario
Martes 3 de abril de 2018, p. 2
Pekín.
Los chinos se despidieron del laboratorio espacial experimental Tiangong-1, precursor de la futura estación espacial de China, después de que reingresó este lunes en la atmósfera terrestre.
El laboratorio entró en la atmósfera alrededor de las 8:15, en la región del Pacífico sur, y quedó prácticamente calcinado, informó la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.
El Tiangong-1 fue enviado al espacio el 29 de septiembre de 2011 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste de China. Su tarea principal era probar las tecnologías del encuentro y acoplamiento entre naves, y acumular información para desarrollar una estación espacial.
Se acopló con éxito con las naves Shenzhou-8, 9 y 10, fue visitado por seis astronautas, entre ellos dos mujeres.
En junio de 2013, la astronauta Wang Yaping pronunció desde el laboratorio una conferencia para estudiantes sobre los principios físicos básicos, despertando el entusiasmo de la ciudadanía por la ciencia y la exploración espacial.
El Tiangong-1 estuvo en funcionamiento durante cuatro años y medio, dos años y medio más de lo previsto, hizo importantes contribuciones a la causa espacial tripulada de China y allanó el camino para que sea el tercer país en operar un estación espacial permanente, alrededor de 2022.
Material valioso
El subdirector de diseño del Centro de Astronautas de China, Huang Weifen, señaló que el importante papel del Tiangong-1 pasará a la historia espacial de China
, ya que aportó “valiosa información para la construcción de la estación espacial.
Aunque era sólo una plataforma de transición entre la nave y la estación espacial, es un paso clave para que China adquiera la tecnología de acoplamiento de la nave espacial, y demostró la viabilidad de permanecer largo tiempo en el espacio para los chinos. El pensamiento científica que generó entre esa población tiene un valor incalculable
, comentó Bai Ruixue, ex periodista especializada en el espacio y ahora directora general de una compañía que se enfoca en el entendimiento público de la ciencia espacial.
“Mientras informaba del acoplamiento entre la Shenzhou-8 y el Tiangong-1 en el Centro de Control Aeroespacial de Pekín en noviembre de 2011, mucha gente lloraba al ver las dos naves, como dos granos de polvo flotando en el vasto universo, conectadas entre sí. Es un romance extremo creado por la ciencia y la tecnología”, evocó Bai.
El Tiangong-1 ha cargado con el sueño espacial de millones de chinos. Aunque su objetivo sólo era probar las tecnologías para la estación, tiene muchos efectos de largo alcance
, señaló Mao Xinyuan, columnista dedicado a la divulgación la ciencia espacial.
El regreso de Tiangong-1 fue captado por algunos astrónomos aficionados que trazaron su trayectoria cuando sobrevolaba Pekín al amanecer.
Era muy brillante e iba muy rápido. Es hora de despedirnos de Tiangong-1
, señaló Yu Jun, uno de los observadores de estrellas.
En los años recientes, el director del planetario de Pekín, Zhu Jin, tomó muchas fotos del laboratorio desde la Tierra cuando sobrevolaba la zona.