Proponen impulsar proyectos de ecoturismo para protegerlos
Lunes 2 de abril de 2018, p. 28
San Ignacio, Sin.
El jaguar, felino en extinción, ha logrado reproducirse gracias a los programas de recuperación en la sierra del sur del estado, y es necesario protegerlo con programas de ecoturismo en las comunidades donde habita esta especie, afirmó Yamel Rubio Rocha, investigadora de la Escuela de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Detalló que, según los resultados del Censo del Jaguar 2017 (Cenjaguar), en Sinaloa hay entre cinco y 10 ejemplares por cada 120 kilómetros cuadrados (en 2010 había de tres a seis), lo que atribuyó a los esfuerzos realizados durante 10 años con vigilancia en selvas y educación ambiental en las comunidades.
La bióloga explicó que a fin de continuar con la preservación a largo plazo propusieron el proyecto San Ignacio, Tierra de Jaguares, para declarar esta localidad región prioritaria para la conservación del jaguar y otras especies en riesgo, como el puma, la guacamaya verde, el loro y la iguana.
Asimismo, pretende que se incluyan especies costeras, desde la meseta de Cacaxtla, considerada reserva federal y zona de protección de flora y fauna, y que continúe hasta el pie del monte o la serranía media del municipio de San Ignacio.
Insistió en que se trata de proteger al jaguar y ofrecer oportunidades de desarrollo económico para las comunidades mediante la creación del Corredor Biológico del Jaguar, Señor de los Bosques.
La región incluye 92 mil 169 hectáreas de selvas secas con sitios propicios para la conservación sustentable y abarca territorios de los municipios de Elota y Mazatlán.
Rubio Rocha expuso que en 2008 empezaron a vigilar la zona con cámaras fotográficas y de video. La iniciativa es apoyada por alumnos de Biología de la UAS y de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como pobladores y voluntarios.
Los resultados del Cenjaguar revelaron que en las selvas bajas del sur de Sinaloa hay cachorros y que San Ignacio es zona de reproducción de la especie.
La investigadora señaló que la cacería es la principal amenaza para el jaguar, así como la deforestación. En los programas de conservación y educación ambiental para los pobladores los especialistas hicieron ver a los pobladores que un jaguar vale más vivo porque incentiva el ecoturismo.