“A todos los responsables de las desapariciones forzadas; a los narcos y a sus cómplices, a aquellos que los protegen, como las autoridades de todos los niveles. A los que les permiten la exportación de drogas a cambio de armas para secuestrar, torturar y asesinar a estudiantes de todo el país, como en Tonalá, Monterrey, Tijuana o Ayotzinapa, sepan que lo que hacen tendrá su castigo y que los repudiamos. Nunca ganarán lo suficiente para reparar el daño y el dolor causado a todo México.”

Este fue el comentario de rabia del cineasta Felipe Cazals, quien se une a las voces de creadores por la desaparición de tres estudiantes de la Universidad de Guadalajara, por los cuales incluso autoridades de Jalisco ofrecieron una recompensa de un millón de pesos por información sobre su paradero.

El gobierno de Jalisco ofreció esta dinero la semana pasada, después de que manifestantes exigieron la localización de los estudiantes y de que cineastas como Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón o el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki demandaron que aparezcan con vida.

El canto de No somos uno, no somos 43, pinche gobierno, cuéntanos bien, se escuchó el pasado sábado en el Ángel de la Independencia, donde se reunieron cineastas, escritores y actores para apuntalar dicha demanda.

“Cada día que pasa la situación del país nos preocupa más. Recuerdo al compañero que mataron haciendo un scouting para una película. Ese crimen aún está impune... El hambre que se ha provocado por las alzas nos pone a todos como posibles víctimas”, señaló el realizador Víctor Ugalde, del Observatorio Público Cinematográfico Rafael E. Portas.

Recordemos que los estudiantes aparentemente fueron secuestrados a las afueras de la ciudad de Guadalajara, mientras volvían de filmar material. La escuela informó que hombres armados los obligaron a subirse a unas camionetas.

A una semana de la desaparición forzada, la sociedad mexicana rebasó ya los límites de la preocupación, la indignación y el dolor. La desesperanza y la rabia nos invade cuando un Estado no puede ser garante de la seguridad de sus jóvenes, comentaron otros miembros de la comunidad artística en una carta que circula en redes sociales desde ayer.

En México se cuentan más de 32 mil desaparecidos, en una guerra impune sin cuartel, en una guerra abierta contra la población civil, contra estudiantes, mujeres, campesinos e indígenas... contra la vida, señala el documento.

Por su lado, Margarita Sierra, directora de la carrera de medios audiovisuales de la universidad de donde eran los estudiantes, resaltó la ineficacia de la fiscalía jalisciense para encontrarlos.

Recuerda que cuando se comunicó al número de emergencia 911, se tardaron tres horas y desde ese tiempo, a esta hora y pese a que tienen información, no la han ofrecido, lo que es perverso. Ha sido un hecho brutal, doloroso y de un sentimiento de impotencia total. Lo que creo es que las autoridades son ineficaces. El gobierno está más preocupado por las elecciones. Y claro, esto es una cuestión que no conviene.

Para el actor Enoc Leaño, este suceso “es parte de la vorágine de indolencia que padecemos con nuestro gobierno, lo cual es una cascada que inició con esta absurda guerra contra el narco y cualquier persona que tenga acceso a manifestarse y ser crítico, como el caso específico de estos estudiantes. Es el matrimonio perverso entre el gobierno y el narcotráfico que padecemos desde la administración de (Felipe) Calderón hasta la fecha. Casualmente estas desapariciones se están dando justo a unos días de las elecciones. Es decir, otra vez quiere el PRI a través del gobierno amedrentar a la población para crear el voto del miedo”.

La actriz y productora Susana Alexander piensa que ojalá nada más fueran esos desaparecidos, seguramente serán más en las fosas que aparecen cada día. Aquí en el país con un pico y una pala se encuentran huesos por todas partes, y lo peor es que nadie pregunta de dónde salieron. ¿Quién los desaparece y entierra de esa manera? ¿Quién da la orden? Son las preguntas que deben hacerse. Me da pena por mis nietos y los jóvenes el país que les dejamos.

A decir del actor, director y dramaturgo Víctor Carpinteiro, es lamentable la situación que vivimos de inestabilidad social que repercute en la privación de la libertad, en este caso no sólo de compañeros que se desarrollan en el arte, sino de toda la ciudadanía. Lamentable que lleguemos a estos niveles de inseguridad.