Reitera que no tiene nada que ver en el ataque al ex espía Skripal
inamistosasy advierte sobre una respuesta adecuada
Martes 27 de marzo de 2018, p. 23
Moscú.
Con profundo malestar reaccionó Rusia a la decisión de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia y otros 15 países de la Unión Europea de expulsar este lunes a poco más de 100 diplomáticos rusos, declarados persona non grata por realizar actividades incompatibles con su estatus
, eufemismo que se usa en relación con quienes cumplen labores de espionaje amparados en la inmunidad diplomática.
En solidaridad con Gran Bretaña, que responsabiliza a Rusia –a juicio de Moscú sin presentar ninguna prueba– de haber envenenado a comienzos de este mes de marzo al ex espía ruso Serguei Skripal y su hija, Yulia, en Salisbury, Inglaterra,
Rusia, en palabras del portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, va a dar la respuesta adecuada “basándose, como en ocasiones anteriores, en el principio de la reciprocidad (…) Hay que subrayar que lamentamos que se haya tomado esa decisión y que se ligue con el ‘caso Skripal’; ya lo hemos declarado y lo repito: Rusia nada tiene que ver”.
No es la primera vez que en las relaciones internacionales se produce una expulsión de diplomáticos, aunque ahora, según Peskov, es delicada de suyo “y no tanto por su carácter masivo, sino por ser una medida errónea. No tenemos duda de que es una decisión equivocada. Desde nuestro punto de vista, la vinculación con el ‘caso Skripal’ carece de todo sustento”.
En los mismos términos de rechazo, acaso con un lenguaje más duro, la cancillería rusa expresó una enfática protesta
por la expulsión de sus diplomáticos en un primer comunicado oficial, que en su parte medular dice: Estimamos que este paso es inamistoso y no se corresponde con las tareas y el interés por aclarar las causas y encontrar a los culpables del incidente ocurrido en Salisbury el 4 de marzo anterior
.
Para la cancillería rusa, “la provocación de estos países, basada en una pretendida solidaridad con Londres, en realidad hacen el juego al gobierno de Gran Bretaña respecto del llamado ‘caso Skripal’ y no se tomaron la molestia de esclarecer las circunstancias de lo sucedido, lo cual se inscribe en la línea de confrontación y sólo busca agravar la situación”.
Estados Unidos concedió siete días para que abandonen su territorio 60 rusos con pasaporte diplomático, 48 de la embajada en Washington y 12 de la delegación permanente ante Naciones Unidas, además de cerrar el consulado general en Seattle.
No deja de ser una amarga ironía que mientras Moscú sigue atribuyendo el deterioro de la relación bilateral con Washington al anterior presidente estadunidense, Barak Obama, en el poco tiempo que lleva en la Casa Blanca su sucesor, Donald Trump, ordenó ya la expulsión de casi el doble –60 contra 35– de diplomáticos rusos.
Hasta el momento se desconoce la cantidad exacta de diplomáticos que serán expulsados y de miembros de la Unión Europea que aceptaron sumarse a la represalia promovida por Gran Bretaña, pero se comenta que podrían llegar a 20 del total de 28.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, por la mañana de este lunes anunció en su cuenta de Twitter que 14 países de la Unión Europea habían tomado medidas de modo concertado y, en el transcurso del día se incorporaron otros tres integrantes, hasta llegar a 17.
Cada miembro se reserva el derecho de fijar la cuota de diplomáticos rusos a declarar persona non grata: por ejemplo, Alemania, Francia, Lituania y Polonia, cuatro cada uno; República Checa y Lituania, tres cada uno; Italia y España, dos cada uno.
Sin ser integrante de la Unión Europea, Ucrania trató de hacer méritos ante sus apoyos foráneos, Estados Unidos sobre todo, y anunció la expulsión de 13 diplomáticos rusos por el mismo motivo.
En síntesis, los vientos de la guerra fría resoplaron con ominosa intensidad este lunes.