Ser el primer mexicano en una final de campeonato mundial senior de patinaje artístico hace feliz a Donovan Carrillo, joven de 18 años que compite con la ayuda de donativos que recibe de la gente y algún patrocinador. Entregué mi corazón en el hielo, afirma, dispuesto a dar lo mejor de sí en el programa libre cuando se entreguen las medallas en Milán, Italia, este sábado.

El jalisciense no promete un metal porque sabe que su nivel aún está lejos de los rivales que contenderán y estuvieron recientemente en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, uno de ellos, el japonés Shoma Uno, medallista de bronce en la justa sudcoreana.

Me siento muy contento y orgulloso del resultado que tuve en esta competencia, comenta a La Jornada sobre la actuación que hizo en el programa corto y le dio 68.13 puntos para ser el último clasificado en el lugar 24 de los 36 competidores en el Mediolanum Forum de Milán.

Donovan se deslizó por la pista con la seguridad que le imprime su entrenador Gregorio Núñez para una rutina conocida que acompaña con música de Capone y Hasta que te conocí, con la cual se dio a conocer en los torneos internacionales y mundiales cuando competía en la categoría juvenil.

El mexicano cumplió con todos los elementos (triple flip, triple toe, doble axel y triple lutz). Disfruté cada segundo en mi rutina entregando mi corazón en el hielo, expresa con pasión sobre un deporte con el que viene repuntando desde hace 11 años, primero en Jalisco y posteriormente en León, al lado de un entrenador que no le cobra ni un peso, pero que ha sido la única persona que ha confiado en él.

Donovan no es un improvisado y todo lo que ha conseguido ha sido por esfuerzo propio. A principios de año compitió en la Copa Cuatro Naciones en Taipei y avanzó a la final para quedar en el lugar 18 en su primera incursión como senior contra los competidores que estuvieron en la cita invernal, a la que no clasificó al quedarse a seis lugares de lograr el sueño. el cual espera alcanzar para la justa de Pekín 2022.

Carrillo no tiene becas ni apoyo de ninguna institución deportiva y por eso abrió una cuenta bancaria para recibir donativos. En sus inicios pedía prestado trajes y patines para entrenar o ir alguna competencia. Comenzó a ganar en las Olimpiadas Nacionales y a pesar de su talento en el patinaje artístico que lo ha llevado a participar en campeonatos del mundo y torneos internacionales, ha recibido el desdén de las autoridades.