Viernes 23 de marzo de 2018, p. 6
El museo Cité du Vin, en la ciudad de Burdeos, Francia, dedica una exposición especial a un maridaje. Se trata de Vino y música: armonía y disonancia (siglos XVI-XIX), en la que revela la unión entre estos dos placeres en una jornada sensitiva y audiovisual que abarca del Renacimiento al siglo XIX.
El óleo Lockere Gesellschaft (1623), de Dirck Van Buren (1595-1624), pintor holandés del periodo barroco, quien tuvo una fuerte influencia de Caravaggio, destaca en el conjunto que articula esa muestra que hoy se abre al público.
El binomio vino-música ha inspirado numerosas referencias desde la antigüedad, tanto en los círculos de la realeza como en los más populares.
Baco y Dionisio, bacanales, banquetes, danzas, amor y sensualidad tienen presencia en ese recorrido.
La exposición Vino y música: armonía y disonancia (siglos XVI-XIX) reúne unas 150 obras y objetos de colecciones europeas que reflejan ese maridaje, con referencias míticas y simbólicas, en un viaje acompañado por ópera, ballet y canciones para beber de la tradición de tabernas y cabarets.