El historiador, jurista y político Jesús Reyes Heroles (Tuxpan, Veracruz, 1921-Denver, Colorado, 1985) fue ayer objeto de un homenaje auspiciado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), con motivo del que sería el cumpleaños 97 de quien fue titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de 1982 a 1985.

En el auditorio de la librería Rosario Castellanos se desarrolló una tertulia en memoria de este gran estudioso del liberalismo mexicano, teórico de la política que, entre otras cosas, le proporcionó una idea-fuerza: el liberalismo social al sistema político mexicano, moderada por José Carreño Carlón, director del FCE.

Dijo que don Jesús no sólo ha sido un autor de la mayor relevancia –la editorial tiene en su catálogo los ocho volúmenes de sus obras completas, desde luego los tres de liberalismo–, sino que además fue presidente de la junta directiva, el órgano del gobierno del FCE, en sus años de responsable de la SEP.

Político de poder, no de oposición

Para Otto Granados Roldán, titular de la SEP y quien fue secretario particular de Reyes Heroles durante su gestión en los años 80 del siglo pasado, el homenajeado es el último gran político-intelectual en México y es un buen ejemplo de que la justificación del poder es el hacer y es la condición natural de la política profesional.

Continuó: “Casi todas sus acciones y decisiones –buenas, regulares o malas– tenían detrás una combinación de ideas y lecturas, sentido de Estado y de la historia, y una muy adecuada dosis de pragmatismo. Era un político de poder, no de oposición, y lo ejercía incluso con ciertas dosis de autoritarismo ilustrado cuando las circunstancias lo aconsejaban”.

Granados Roldán añadió: “33 años después de su muerte, su inteligencia y erudición y su raro encanto personal son reconocidos y respetados por todos. Reyes Heroles fue un hombre de la historia de México y a tiempo comprendió que su destino era formar parte de ella. Su muerte fue temprana e inesperada pero quizá no inoportuna. De haber presenciado el envenenamiento de la vida pública de los últimos lustros y la mediocridad intelectual, política y mediática que ha invadido estos tiempos, habría terminado, como en el poema de Gorostiza, ‘¡Oh inteligencia, soledad en llamas!/ que lo consume hasta el silencio”’.

Mariano Palacios, quien conoció a Reyes Heroles cuando éste presidió del PRI, dijo que en aquél confluye el hombre de ideas y el de acción. Se consideraba un intelectual político o un político con ideas. Es guía y referente cotidiano y mexicano universal.