Papantla, Ver.

A un kilómetro de la zona arqueológica, la hermandad de las culturas se manifiestó en el Festival Cumbre Tajín con la llegada de los guerreros mexicas a territorio totonaca: el grupo Onka Yolotl se presentó en el Parque Takilhsukut, sede del encuentro.

Encabezados por Marco Mazatl, los 30 integrantes de la agrupación teotihuacana invitan al rescate de nuestras tradiciones ancestrales mediante danza, música, juegos de pelota y el ritmo de tambores gigantes.

Sobre su atuendo, expresó: “Los compañeros son guerreros solares. No sólo por la forma en que visten, sino que vivimos en las condiciones y costumbres antiguas; es decir, tenemos un calpulli en Teotihuacán, donde se enseña a prepararse para cada actividad”.

Por ejemplo, agregó, “antes de danzar se debe hacer ayuno cuatro días, porque seguimos la consigna de nuestro último tlatoani, Cuauhtémoc, que consiste en tres principios: ocultar a los invasores todo lo que amamos y consideramos un tesoro, trasmitir los conocimientos de forma oral y dedicarnos a la reconstrucción de nuestra querida Anáhuac”.

Para el juego de pelota hicimos una pequeña cancha en este lugar. Se juega con una bola de caucho de cuatro kilos. Participan ocho jugadores, cuatro por cada equipo. No venimos a competir, sino a compartir con nuestros hermanos, puntualizó Mazatl.

Este domingo ambas culturas sumaron fuerzas en el sitio prehispánico de Tajín, al cual llegaron miles de personas. Se estimaron más de 14 mil, pues muchas visitan la antigua ciudad a propósito del equinoccio de primavera, además del Festival Cumbre Tajín.

En cuanto al programa musical, destacó la participación de la banda regiomontana Kinky.

Pasada la medianoche, el grupo montó un set especial para la Cumbre Tajín en la que interpretó lo mejor de su repertorio.

El grupo cantó su material más reciente Nada vale más que tú, además de temas conocidos, como Coqueta.