Quinta novela de Élmer Mendoza con el detective como protagonista
Lunes 19 de marzo de 2018, p. 8
Mazatlán, Sin.
El escritor Élmer Mendoza (Culiacán, 1949) presentó su novela Asesinato en el parque Sinaloa, en la cual describe la violencia, el narcotráfico y la corrupción, pero también el amor que sucede en los territorios que son tema de su obra.
Considerado uno de los autores emblemáticos del género literario que ahora se inscribe en la llamada narcocultura, Mendoza dijo que no le enfada que sus novelas sean catalogadas con ese término, pues se trata de una expresión que se usa incluso en Europa y Estados Unidos para referirse al problema gravísimo del narcotráfico, que sucede en todo el mundo.
La novela se presentó en la Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Sinaloa (FeliUAS), en cuyo comité organizador participa el escritor.
En Asesinato en el parque Sinaloa, publicada por Random House Mondadori, Mendoza redondea la historia de la corrupción, la violencia y del narco que permea la ciudad de Los Mochis, en el sur de esta entidad, con el Zurdo Mendieta, protagonista de sus cuatro novelas anteriores. Ahora lo muestra como un personaje que sucumbe a la tentación amorosa y a la corrupción.
El autor de Un asesino solitario y El amante de Janis Joplin estuvo acompañado por el poeta Luis Jorge Boone, quien interpretó con su guitarra un corrido inspirado en las obras de Élmer Mendoza: “Ese asesinato en el parque Sinaloa/ cuenta la historia de un narco/ que un mal día se enamoró/ no se quede con las ganas/ de echarse toda su obra/ nadie se espere a mañana/ para leer a Élmer Mendoza”.
El corrido llegó al corazón al autor. Dijo que Boone supo encontrar la manera a través del corrido –género de expresión popular, pero también música preferida de los narcos–, una forma para que quienes lo escuchen se puedan interesar en sus obras y leerlas, aunque reconoció que no se acostumbra a oír su obra musicalizada.
En su intervención, el escritor Eduardo Antonio Parra explicó que Mendoza “juega con el lenguaje, lo retuerce, exprime su significados y los voltea como si fuera un calcetín; utiliza regionalismos muchas veces desconocidos para la mayoría de la población que vive fuera de Sinaloa.
En la obra de Élmer Mendoza la lengua se vuelve dúctil, al grado de configurar frase tras frase, línea tras línea, una prosa a la vez rica y ligera, densa y fluida, múltiple y rápida, que al leerse se erige como el reflejo fiel de un pensamiento, que muestra una idiosincrasia y una identidad que eran desconocidas para los lectores hasta hace unas dos décadas, incluso para los lectores del noroeste del país.
Mendoza adelantó que el protagonista de la saga de sus libros, el Zurdo Mendieta, descansará un tiempo, pero seguirá en las historias, porque los relatos del narcotráfico, de las drogas, son muy tentadores, son las mismas que he escuchado desde niño. Por lo pronto me desempeñaré en otros proyectos y cuando regrese a la sexta novela del detective como protagonista, habrá otra línea narrativa que tenga que ver con este fenómeno
, concluyó.