Monterrey, NL.

Los jóvenes no somos el futuro, somos el presente, y de la mano de un arte sin fines de lucro seremos un factor de cambio verdadero en este país, dijo la dramaturga Ingrid Cruz Cebada (Xalapa, 1990) al recibir el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2017, uno de los más importantes del país, dotado de 150 mil pesos, que otorgan las universidades Autónoma de Nuevo León (UANL) y Veracruzana (UV).

El galardón se entregó ayer en la Feria Universitaria del Libro UANLeer 2018. Ingrid Cruz fue reconocida por su obra Cero, conmovedora y muy humana, elegida entre más de un centenar de trabajos.

Es el cuarto año que se entrega este premio, que va alternando sede entre las dos instituciones que lo patrocinan. Cuando los integrantes del jurado abrieron la plica les sorprendió gratamente que la autora fuera una mujer y joven, dijeron.

Cero es la historia de tres muchachos que realizan un viaje hacia el mar, que al mismo tiempo es una travesía “a la raíz, al destino, a todo lo que fue, a lo que pudo ser y a lo que jamás será (…) con personajes entrañables y dotados de una voz fluida, potente y desgarradora, que nos recuerdan que es importante mirar a los otros para reconocernos”, escribe Elizabeth Álvarez José en la presentación del libro coeditado por la UANL y la UV.

En entrevista con La Jornada, la joven dramaturga dijo que no considera que su obra sea completamente feminista ni enarbola ese estandarte, sin embargo, la pertinencia de que las mujeres estemos escribiendo en el tiempo en el que estamos, con el país como está, es importante, porque podemos y debemos alzar la voz por el medio que sea.

Ingrid Cruz Cebada es actriz y directora de escena, fundadora de los colectivos La Maniobra y Los Ampliamente Desconocidos. En 2008 se le otorgó el Premio Nacional de Expresión Literaria La juventud y el Mar, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (hoy Secretaría de Cultura federal).

Cuenta que comenzó a escribir desde que cursaba la preparatoria; entré al teatro pensando dedicarme a la dramaturgia, pero el camino me llevó a la actuación. Ahora me animé y llegué aquí.

La autora veracruzana añade que es muy triste lo que sucede en su estado natal, pues “he visto a mi ciudad, Xalapa, transformarse de una urbe de flores, a ser una metrópoli de sangre. Es algo enfermo. Por eso es importante exigir el resarcimiento del tejido social. El arte, en general, es el foco, lo que nos puede salvar, hacia donde tenemos que voltear como sociedad.

Hacer arte no es suficiente, somos muchos los jóvenes artistas. Tienen que voltear a vernos. Hay que exponer el arte en un lugar donde no se manche de sangre, y salvaguardarlo.

La UANL y la UV coproducirán el montaje de Cero. Mientras tanto, la obra se presentó ayer en una lectura dramatizada en el Colegio Civil Centro Cultural Universitario, sede de la feria editorial UANLeer 2018.

Los jóvenes somos un presente muy real y fuerte, tenemos que hacernos cargo de eso, continuó Ingrid; a los escritores y dramaturgos de mi generación les digo que no desistan. Es muy fácil darse topes, pero quédense en el camino. No piensen en el arte como comercio, no busquen lucrar con sus letras. Si eso quieren, de entrada, se van a dar un tope porque la literatura no es para eso.

Con el estímulo económico del premio, Cruz Cebada pagará el montaje de su obra. Hacer teatro es muy difícil siempre, seas mujer o joven, pero ninguna de esas características es una traba. Hay que seguir adelante. Es un gran reto continuar luego de recibir un premio importante, pero confío en que me sostendrá para seguir escribiendo lo que me apasiona y lo que creo es el mundo, concluyó.