En menos de un año, dos campeones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) perdieron sus cinturones en la báscula al no cumplir con el peso reglamentario. Luis Pantera Nery, el 28 de febrero de 2018, y Juan Churritos Hernández, en mayo de 2017, ambos en Japón.

El presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, dijo que el caso más reciente encendió las alarmas en el organismo, que este lunes cumplió su aniversario 55, lo cual lo convierte en el tema más acuciante en este momento.

Después de este segundo caso, sumado al del año pasado, la imagen del boxeador mexicano ha quedado por el suelo en Japón, dijo Sulaimán; la televisora ya no quiere saber nada de boxeo, han sido muy irresponsables los peleadores al no controlar su desarrollo con el peso previo a la contienda.

El viernes, Nery tuvo una audiencia en la que intentó explicar por qué no pudo bajar cinco kilos del límite de la división gallo. El tijuanense aseguró que fue por un programa que puso en marcha con un nutriólogo, en el que tenía que ingerir hasta siete litros diarios de agua y consumir malteadas para llegar más fuerte el día de la pelea.

A veces los boxeadores caen en manos de charlatanes que los engañan con procedimientos, que, como en este caso, los empujan no sólo a perder aquello por lo que más han luchado, sino incluso a poner en riesgo su salud, agregó.

El CMB impuso a Nery una suspensión indefinida para investigar más su caso y poder elaborar un dictamen. Pero Sulaimán adelantó que el resultado final debe ser ejemplar.

El problema es que no podemos vigilar el ámbito de lo privado, que es donde se suelen utilizar prácticas rudimentarias, pero por eso tenemos los pesajes previos, un mes antes, una semana antes y el día anterior a la contienda. El peleador también debe estar atento a cómo va respondiendo su organismo, expuso; el seguimiento de los procesos para control del peso es una asignatura que tenemos pendiente, urge hacerlo más riguroso para evitar más casos como estos.

Esto coincide con el combate del fin de semana en el que el mexicano Óscar Valdez defendió su cinturón ante el británico Scott Quigg, quien falló en la báscula un día antes por tres libras. Valdez aceptó pelear, pero aunque ganó, terminó con una fractura de mandíbula que requerirá de seis semanas de recuperación sin necesidad de cirugía.