El Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado, destaca en su estudio Matrimonio infantil y uniones tempranas en México, que esta práctica afecta mayormente a indígenas, ya que cerca de 35 por ciento de mujeres rurales de 20 a 49 años iniciaron su vida sexual antes de los 18 años, contra 23 por ciento de mujeres no indígenas.

El problema se acentúa en niñas de familias pobres, particularmente vulnerables a esa práctica. Sólo 10 por ciento de las mujeres de 20 a 49 años del quintil más rico se casó o unió antes de alcanzar la mayoría de edad, mientras esta proporción llega a 35 por ciento en el quintil más pobre.

Los datos revelan que 94.5 por ciento de casadas o unidas entre 15 y 19 años lo hicieron con parejas mayores que ellas: 60 por ciento vivía con un cónyuge que le llevaba cuatro años o menos de edad; 26.4 por ciento, entre 5 y 9 años y 7.6 por ciento 10 años o más.

La proporción de adolescentes casadas o unidas con parejas por lo menos 10 años mayores se incrementa en las mujeres rurales, con 16.1 por ciento; en las indígenas, 28.2 por ciento, y las que pertenecen al quintil más pobre de la sociedad, 15.9 por ciento.

En 30 estados los códigos civiles consideran los 18 años la edad mínima para contraer matrimonio; sin embargo, ocho aún admiten dispensas, entre otros casos, por embarazo.