Santiago.

Chile giró a la derecha este domingo con el ascenso al poder del presidente Sebastián Piñera, quien derrotó por gran diferencia a la coalición centroizquierdista de la saliente mandataria, Michelle Bachelet.

En una ceremonia matutina en la sede del Congreso, en la costera ciudad de Valparaíso, el político conservador, de 68 años, quien ya gobernó de 2010 a 2014, realizó su juramento y recibió la banda presidencial de manos de Bachelet.

Durante el acto protocolar, Piñera estuvo acompañado de los mandatarios de México, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Honduras y Perú, así como del rey emérito de España, entre otros invitados; sin embargo, Bachelet fue la protagonista para miles de manifestantes que se concentraron primero en el palacio presidencial de La Moneda, en Santiago, y luego afuera del Congreso, al grito de: gracias, Michelle.

La ex mandataria se despidió de los chilenos con un mensaje en Facebook en el que afirmó que está profundamente orgullosa de las transformaciones que impulsamos estos años y está convencida de que Chile es ahora un país más justo, equitativo y libre.

Bachelet, la única presidenta que quedaba en funciones de América Latina, emprendió durante su segundo mandato un ambicioso paquete de reformas para desmantelar la herencia de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

Esta es la tercera vez que un traspaso de mando se realiza con los mismos protagonistas, una alternancia que se instauró en 2010 tras 20 años de gobiernos de centroizquierda producto de la concertación que tomó las riendas para restaurar la democracia al final de la dictadura.

Después de jurar en el Congreso, Piñera, cuya fortuna está valuada en unos 2 mil 700 millones de dólares por la revista Forbes, acudió a un hogar de niños desprotegidos de la Fundación Padre Semería en el barrio de La Pintana, y llamó un acuerdo nacional por la infancia, para lo cual anunció la creación del Ministerio de la Familia. También presentó una modificación de la ley de adopciones para acelerar y simplificar el proceso de búsqueda de la mejor familia para cada niño.

Prometió convertir a Chile en una nación desarrollada en ocho años, propuesta a la que los mercados financieros respondieron con optimismo, y además propuso incentivar la inversión, apostar a la creación de empleos y reducir gradualmente la tasa impositiva a las empresas.

El magnate buscará reformar el sistema de pensiones, creado en la dictadura, que estableció un controvertido sistema de capitalización en el que sólo contribuye el trabajador, y prometió mantener la gratuidad de la educación instaurada por Bachelet. que actualmente beneficia a unos 300 mil estudiantes de bajos recursos.

Piñera ofreció mantener la ley del aborto terapéutico, pese a la oposición de los sectores más conservadores de su partido, así como dar seguimiento al proyecto de ley de identidad para personas transgénero.

Sin mayoría en el Parlamento, el presidente aligeró sus propuestas de campaña y dio un giro al centro para captar votos de la izquierda moderada, en particular de la Democracia Cristiana.