n 1935 Carolina Amor, colaboradora de Carlos Chávez, vio desaparecer una sala de exposiciones temporales en Bellas Artes y decidió abrir una galería en el sótano de la casa familiar. Al poco tiempo su hermana Inés se hizo cargo del proyecto; tenían relación con varios artistas, entre otros, Diego Rivera, quien les sugirió que se dedicaran a pintores de México. Así nació la Galería de Arte Mexicano (GAM), que en sus 83 años de vida ha sabido crecer y reinventarse para continuar siendo una de las mejores del país.
Actualmente la dirigen Alejandra R. de Yturbe y Mariana Pérez Amor, quienes han tenido el talento y la creatividad para continuar con la promoción de los artistas que han manejado por décadas; por mencionar algunos: Rivera, Orozco, Tamayo, Dr. Atl, Frida Khalo y Leonora Carrington. Asimismo, se han abierto a nuevas generaciones de jóvenes creadores que la mantienen fresca y vigente.
Sus archivos son un tesoro para investigadores y curadores, ya que son de los más completos en arte moderno y contemporáneo de México. Prácticamente todo buen coleccionista de arte mexicano, nacional o extranjero, ha pasado por la GAM.
Actualmente, en su sede de calle Gobernador Rafael Rebollar 43, en San Miguel Chapultepec, tienen una muestra sobre la vaquita marina. Es parte de los actos realizados para concientizar sobre su protección, entre otros, la procesión ritual que se llevó a cabo hace un par de semanas con una multitud que caminó del museo Tamayo al de Antropología.
Muchos museos y galerías de arte se han sumado al homenaje al pequeño cetáceo endémico de aguas mexicanas que habita en la reserva de la biosfera del golfo de California y está al borde de la extinción.
La GAM presenta la exposición colectiva Extinción, con excelentes obras de artistas contemporáneos, entre otros, Joy Laville, Álvaro Castillo, María Sada, Alejandro Iturbe y Patricio Robles Gil. Este último con Mónica del Villar han impulsado todos estos actos por la vaquita marina.
Además de ser la primera galería de arte, GAM fue pionera en ubicarse en la colonia San Miguel Chapultepec en 1990. En años recientes muchas otras se han instalado en el antiguo barrio que tenia básicamente casas familiares y la oferta comercial que caracteriza estos enclaves urbanos: tintorería, miscelánea, farmacia, panadería y demás.
Muchas de las antiguas casas se han transformado en galerías y otras fuerondemolidas para construir edificios de departamentos, así, la otrora tranquila colonia se adapta a los nuevos tiempos; no sabríamos decir si es bueno o malo, pero inevitable.
Entre las galerías que se han ubicado en la colonia podemos mencionar: la de Patricia Conde, situada en Juan Cano 68, que se dedica a la fotografía mexicana. Se une al homenaje a la vaquita con cinco imágenes y una formidable instalación de Betsabeé Romero, que muestra una gran red cercando un espacio azul con figuras del cetáceo. En el número 103 de la misma calle, Enrique Guerrero abrió una bonita galería.
Está la Nina Menocal en Rafael Rebollar 56; en el número 94 de la misma calle construyó un espacio muy contemporáneo Kurimanzutto, mientras en General Antonio León 48, se ubica Central, pequeña, pero de gran calidad.
Periódicamente se juntan y organizan recorridos que permiten visitarlas caminando, tomar un copetín y conocer lo más reciente que hay en el variado y polifácetico mundo del arte.
Una buena manera de terminar el recorrido es comer en la cantina El Mirador, que se ubica en avenida Chapultepec 606, junto a Constituyentes. Presume de existir desde 1904, pero fue en los años 30 cuando la adquirió Juan Celorio, quien la convirtió en una cantina muy tradicional, donde además de buena bebida hay sabrosa comida.
Una de sus especialidades es el Tribilín, que yo lo pido para compartir pues vea lo que lleva: camarones, punta de filete de res, pescado en cubos marinado con aceite de oliva, salsas maggi e inglesa, limón, cebolla y chiles asados. Si prefiere algo más sencillo pruebe las quesadillas de pancita blanca con epazote o los tacos gobernador.
