La noche era propicia para ver, escuchar y vivir a dos personalidades muy bien respaldadas por sus carreras dentro de diferentes corrientes del rock cercanas al pop duro, macizo. Por orden de aparición, en el escenario: The Pretenders y Phil Collins.

Alone, canción extraída de su más reciente disco, del mismo nombre, fue la elegida para abrir el concierto en el Palacio de los Deportes el viernes pasado. Eran las 20:30 horas cuando Chrissie Hynde –con sus acostumbrados jeans ajustados y un saco rosa, que a la segunda rola desapareció– entonó esa canción, no muy famosa, pero sí reconocible por sus reminiscencias sonoras con la primera época de The Pretenders.

Fueron más de una docena de cortes con los cuales Chrissie y sus compañeros complacieron a los asistentes al recinto de Churubusco para darse un paseíto por una joven nostalgia. De su primer LP, The Pretenders tocaron Kid y recrearon éxitos como I’ll stand by You y Don’t get me wrong. Una de las más celebrada por los seguidores del quinteto comandado por Hynde fue Hymn to her, donde la voz de la líder lució a todo lo que da. Después de interpretar Middle of the Road, The Pretenders se despidieron del público a quien la cantante le dedicó un We love you que sonó muy sincero, como todo lo que sucedió en el escenario.

Después, en la oscuridad, sorpresivamente se prendió un seguidor lumínico cenital para guiar el trayecto, desde su entrada al escenario, hasta el lugar donde permanecería sentado, el señor Phil Collins, quien a pesar de su larga trayectoria transparentaba la emoción de la algarabía que provocó su aparición en el solitario plató. Poco a poco los músicos tomaron sus lugares, ya con el estrado iluminado. Un ooohhh casi generalizado recibió a Against all Odds e inmediatamente de la butaquería surgió la luz de cientos de celulares.

Dos grandes pantallas laterales y otra mayor sobre el estrado registraron cada instante del espectáculo; siguieron con puntualidad todo el concierto y lo realizado por cuatro coristas e igual números de músicos de aliento, un bajista, los dos guitarristas, un tecladista y el seguro desempeño en la batería del jovencísimo instrumentista, vástago de Collins. Todos forman la alineación que respalda al ex baterista y cantante de Genesis.

La gira The Legendary Phil Collins Live tocó tierra en Ciudad de México el 9 de marzo, después haberse presentado el 6 del mismo mes en Monterrey y el 7 en Guadalajara.