En los pasados comicios colapsó el diseño y provocó problemas con los institutos políticos
Viernes 9 de marzo de 2018, p. 10
Después del colapso que sufrió el esquema de registro de representantes partidistas en las casillas durante las pasadas elecciones locales en cuatro entidades, el Instituto Nacional Electoral (INE) presentó a los institutos el rediseño del sistema
que pretende subsanar los desajustes, instrumentar un nuevo plan que permita las anotaciones en tiempo y asociarlo al programa de fiscalización para incorporar el eventual pago a estos representantes.
Durante los trabajos de la Comisión de Organización y Capacitación Electoral, el consejero Marco Antonio Baños dijo que se pretende que el nuevo esquema sea más eficiente en términos informáticos y que los partidos tengan en tiempo y forma las acreditaciones
.
Para tal efecto, la Unidad Técnica de Servicios de Informática realizará varias pruebas con la presencia de representantes partidistas para verificar su operación en ensayos de estrés
a fin de que opere a partir de mayo.
En la misma sesión también fue presentado el nuevo modelo de cuadernillos de trabajo para el escrutinio y cómputo de las casillas, en el que se incluyen las adecuaciones para que se pueda utilizar la información que agilice la captación de resultados y difundir a las 23 horas el conteo rápido para las elecciones presidenciales y nueve de gobernador.
Aunque su presentación fue criticada por el PRI con el argumento de que hay un recurso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la validez legal del mecanismo que capta la información de los cuadernillos de trabajo, la presentación se realizó a razón de que –dijo Baños– los recursos legales no detienen los plazos y operación del proceso electoral.
En breve entrevista, el titular de la Unidad Técnica de Servicios de Informática, Jorge Humberto Torres, mencionó que las modificaciones partieron de experiencias electorales previas y de la identificación del origen de los problemas. El funcionario comentó que el problema de las elecciones de 2017 fueron los estrechos plazos que tenía el sistema entre la solicitud de registros y la entrega de acreditaciones, porque no se consideraban todos los cruces que se requerían realizar para validar la acreditación.
“El sistema en aquella ocasión –reconoció Baños– colapsó porque los partidos no tuvieron en tiempo y forma sus acreditaciones”. Para este proceso, dijo, en las pruebas se realizarán cargas masivas
de información desde los distritos electorales para verificar el desempeño del sistema rediseñado que contempla además una apartado
en el que los partidos deben notificar si los representantes participan con cargo a su militancia o existe un pago de por medio que deba considerarse en el gasto de campaña de los candidatos.
Mencionó que el acuerdo que pretende aprobarse en la sesión del próximo 14 de marzo se complementará con otro que deberá aprobarse en la Comisión de Fiscalización, en el que se contemplen los requerimientos específicos en esta materia.