Ya no serán llevadas por el Supremo Tribunal Federal de Brasil
inestabilidad políticaen el país. La imagen, en Río de JaneiroFoto Dpa
Viernes 9 de marzo de 2018, p. 31
Río de Janeiro.
El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil Edson Fachin decidió este jueves delegar a la justicia ordinaria de primera instancia denuncias de corrupción que la fiscalía presentó contra los ex presidentes Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011) y Dilma Rousseff (2011-2016).
También pasarán a ser juzgados por tribunales rasos los ex ministros de Hacienda Antonio Palocci y Guido Mantega, así como el ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari Neto
, mientras las denuncias contra la senadora del PT Gleisi Hoffmann y de su marido, el ex ministro Paulo Bernardo, seguirán en el STF debido a que ella tiene fuero, resaltó la corte en un comunicado.
El STF es la máxima corte judicial de Brasil y la única con potestad para juzgar a personas con fuero privilegiado (legisladores o miembros del gobierno en activo).
En septiembre del año pasado Lula, Rousseff y sus aliados fueron denunciados por el entonces procurador general Rodrigo Janot de cometer un abanico de delitos
contra la administración pública por 430 millones de dólares en perjuicio de las arcas del Estado.
Una investigación trata de dilucidar si el partido de Lula y Rousseff conformó una organización criminal para desviar dinero de la empresa petrolera estatal Petrobras.
Al aceptar este proceso, Fachin atendió parcialmente la petición del Ministerio Público Federal, pues no envió los casos a Sergio Moro, juez que encabeza la operación Lavado Rápido, como querían los fiscales.
Moro se ha caracterizado por una persecución judicial contra Lula, a quien sin pruebas condenó a prisión y contra quien mantiene varias causas sin que haya evidencias de su culpabilidad.
Por lo pronto, Moro condenó al ex director general de Petrobras, Aldeir Bendine, a 11 años en prisión tras declararlo culpable por cargos de corrupción y lavado de dinero en relación con cerca de un millón de dólares en sobornos que fueron pagados por la constructora Odebrecht.
Protesta contra el grupo mediático más grande del país
En tanto, cientos de mujeres integrantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil invadieron a primera hora de la mañana de este jueves las instalaciones del parque gráfico del Grupo Globo, el mayor conglomerado de comunicación del país, ubicado en las afueras de Río de Janeiro.
El objetivo de la protesta fue denunciar la actuación de la empresa en la inestabilidad política brasileña
. Los manifestantes citaron los ejemplos del impeachment de Rousseff y la cacería contra Lula, favorito en las encuestas para las elecciones de octubre próximo.