En La Habana hay 50 jóvenes que se abren camino como youtubers. Pero ganar seguidores no es fácil, pues en la isla aún no hay acceso a Internet en los hogares; en tanto, el monopolio estatal de telefonía trabaja para implementar este año el servicio en celulares. Crear un video y caminar dos o tres kilómetros para subirlo y esperar 40 minutos a que esté en la plataforma, permite valorar que esto es lo que me gusta, dice Frank Camallerys, de 19 años, del canal Camallerys Vlogs. Allí cuenta cómo hacer para comer en la calle con dos dólares o dónde pasear. Al principio, pedía 30 likes para hacer una segunda edición de algún tema; hoy ya tiene más de 7 mil suscriptores, pero no fue por Youtube que lo conocieron en Cuba. Con limitada conexión a Internet, el material en Youtube que la mayoría de ciudadanos del mundo revisa en su teléfono o con el wifi de su casa, a los cubanos les llega a pie. Desde hace una década existe El paquete, un conjunto de contenidos digitales que se reparten de mano en mano, con una memoria flash USB. Distribuidores los obtienen de la red convencional y luego van de casa en casa y, por el equivalente a un dólar, permiten descargar contenidos como novelas, el último partido del Barcelona, la final de la NBA, los programas de The Voice y videos de youtubers famosos.