En la celebración anticipada del Día Internacional de la Mujer, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que durante su gestión se ha logrado detener la tendencia alcista en el embarazo de adolescentes y destacó la instrumentación de políticas públicas y la apertura de espacios de participación por las cuales se han podido frenar conductas machistas, como el hostigamiento y el acoso sexual.

En la residencia oficial de Los Pinos, ante un auditorio integrado por mujeres de toda procedencia –desde funcionarias del gabinete, legisladoras, empresarias, indígenas y académicas hasta alumnas de secundaria–, el mandatario asumió como parte de la realidad social de México la injusticia, la desigualdad, la discriminación y la violencia contra ellas.

Este fenómeno no se cambia, planteó, sólo con desearlo o con expresiones de condena, sino mediante programas y políticas específicos, los cuales han sido parte de su compromiso desde el inicio de su mandato.

“Soy presidente de la República gracias al respaldo, sin duda mayoritario, significativo y muy presente de las mujeres mexicanas. Este es un presidente (él) que debe llegar a esta responsabilidad, a la más importante magistratura del país, a las mujeres mexicanas’’, planteó como fundamento para resaltar su disposición de incorporar tanto en el Plan Nacional de Desarrollo como en acciones específicas de las dependencias, políticas con perspectiva de género.

Tras hacer un recuento de los programas instrumentados durante la actual administración en favor de la equidad y la igualdad (como créditos de tasa preferencial para empresarias y agricultoras, entre otros), el mandatario planteó: esta agenda no está agotada, no ha terminado, “pero sí podemos decir que hay avances, hay logros, que sin duda la realidad que hoy tenemos es distinta y mejor para las mujeres mexicanas de la que teníamos hace poco más de cinco años’’.

Peña Nieto también se refirió a la reforma por la cual se estableció la obligación de los partidos políticos de asignar la mitad de candidaturas a mujeres, tanto para las que aspiran al Congreso federal como a los locales. Esa modificación legal, aseguró, llegó para quedarse.

Cuando habló de los embarazos de adolescentes, destacó: A través de distintos programas y políticas no sólo detuvimos esta tendencia, sino que empieza a bajar. Todavía de manera modesta (pero) quizá el primer logro fue frenar la tendencia alcista que observábamos.

Al referirse a la violencia sexual –al igual que las demás oradoras en la ceremonia no hizo alusión a los feminicidios– el presidente Peña consideró que en ese combate hemos avanzado.

Ello, dijo, porque hoy, por medio de distintas políticas y de espacios de participación para ellas, tanto públicos como sociales, y de mujeres que se atreven a alzar la voz y a denunciar el hostigamiento y el acoso sexual, hemos podido, realmente, frenar estas conductas machistas.

La directora de Inmujeres, Lorena Cruz, agradeció al presidente Peña Nieto porque ha sido un aliado para llevar a cabo la agenda de igualdad en todo el país. Censuró los ataques recurrentes a las mujeres que participan en política, por lo cual, dijo, será importante que se apruebe la legislación que tipifica el delito de violencia en esa actividad.

Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres, si bien reconoció los avances de años recientes para ampliar los derechos de las mexicanas, ubicó rezagos como la desigualdad salarial, que es en promedio de 30 por ciento, y que 27 por ciento de trabajadoras ha experimentado algún acto violento, principalmente sexual y de discriminación por razones de género o embarazo.

En la ceremonia, que se realizó en el salón López Mateos de Los Pinos, no estuvo presente la señora Angélica Rivera.