El escritor que miente comete un pecado muchísimo más grave que en otros oficios, porque si alguna obligación moral tiene es con la pureza del lenguaje y con la verdad de lo que dice, postula Álvaro Uribe a propósito de su libro Caracteres (Alfaguara), presentado en la reciente Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Es un oficio como cualquier otro, que me gusta mucho y gozo, pero no sé por qué es moralmente mejor que el de ingeniero. Se puede decir que el escritor, que pudiendo decir las cosas como son o como las ve, miente, comete un pecado muchísimo más grave que en otros gremios. Si se hace demasiado amigo de una causa y empieza a mentir para favorecerla, está entrando en falta, explica el narrador y ensayista en entrevista con La Jornada.

Género semejante a la fábula

En torno de su obra Caracteres, Uribe (CDMX, 1953) refiere que recuperó el formato de los caracteres inventado por el filósofo griego Teofrasto, discípulo de Aristóteles, y popularizado por el francés Jean de La Bruyère en el siglo XVII. Es un género literario semejante a la fábula, con un poquito de ensayo, donde los personajes son el animal más temible de todos: nosotros.

Uribe añade que, con La bruyère, comparte el interés de abordar el mundo de la literatura por deformación profesional, inercia e incluso por desidia; la inmensa mayoría de mis amigos y conocidos pertenecen al medio editorial y literario.

Sin embargo, la idea de hacer caracteres, más que dedicarte a un gremio en particular, es fustigar la falta de coherencia o solvencia moral de la raza humana, lo cual es fácil porque no hay prácticamente ningún humano que sea muy solvente o coherente en lo moral.

Para él, moral es “toda conducta de un ser humano que afecte a otro ser humano. La ética, yo estudié filosofía, es el estudio, sistematizacion y reglamentación de esa conducta moral. La moral es inevitable en todos los seres humanos pero no en el terreno de la ética. No quiero decir que la moral sea una buena conducta.

No quise ser moralino. Una cosa es describir la conducta moral de los hombres con ironía o reprobación, criticarla, y otra muy distinta es pensar que estás por encima de eso y te estás portando muy bien nada más porque puedes describirla. No estoy prescribiéndole a nadie que se comporte de tal manera.

Respecto de su libro explica: “Me gusta experimentar con la prosa de maneras que no siempre se notan en primera lectura; incluso una de mis ambiciones es que todos mis textos soportan la segunda, tercera o cuarta lecturas, que la inviten, la exijan de algún modo.

En cuanto a la forma, quise divertirme a expensas del prójimo, por qué no decirlo, pero hacerlo solidariamente, burlarme pero de forma compartida porque lo hago también de mí. La intención no es hacerte o hacerme una mejor persona, sino que te hagan pensar acerca de las personas que conoces, si conoces a alguien parecido a estos caracteres o sí tú mismo lo eres, que te ayuden a reflexionar sobre tú conducta.