Juan Carlos Reyes García, propietario legal de la empresa Master Plan Development y quien, de acuerdo con las investigaciones de la Procruaduría General de la República (PGR), sería el prestanombres de Manuel Barreiro Castañeda para comprar con dicha firma una nave industrial al candidato presidencial Ricardo Anaya, obtuvo de un juez federal una nueva suspensión provisional que impide judicializar la carpeta de investigación, pero sólo en lo concerniente a él y a Sergio Reyes García.

Ambos ya fueron citados a declarar por la PGR en dos ocasiones; sin embargo, en ambos casos solicitaron un amparo, el cual les fue concedido por dos jueces federales.

Uno de dichos amparos corresponde al dictado ayer por el juzgado décimo de amparo en materia penal en contra del citatorio girado el 26 de febrero, mientras otro juez federal ya había concedido el amparo en su favor respecto del citatorio girado el 27 de febrero. Ambos casos quedaron consignados en los expedientes 156/2018 y 157/2018.

Con ello, la PGR no podrá pedir sus capturas ni judicializar el caso referente a ambos, hasta que se resuelva el probable amparo definitivo.

No incorporaron pruebas

El juzgador consideró que, al igual que en la resolución anterior, la autoridad ministerial no incorporó pruebas presentadas por los Reyes García, por lo que deberán ser integradas y remitida la carpeta de investigación a ambos, antes de que la PGR decida si turnará el caso a un juez o pedirá su detención.

Las indagatorias, que comenzaron en octubre del año pasado, señalan que el empresario queretano Manuel Barreiro presuntamente orquestó una red de empresas fachada con la que compró una nave industrial por 54 millones de pesos al candidato panista.

Para ello, circuló el dinero a través de paraísos fiscales para finalmente reunir el capital en Manhattan Master Plan Development, que fue la que legalmente compró el inmueble.

Hace dos semanas la PGR cateó en Querétaro dos oficinas vinculadas con Juan Carlos Reyes García.

El inmueble que dio origen el caso fue adquirido inicialmente por Anaya en 10 millones de pesos a un corporativo de Barrerio, después el panista vendió el lote como nave industrial por más de cinco veces su costo original a Manhattan Master Plan Development.