a discusión sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) ha cobrado en los años recientes gran intensidad en México y ha dado lugar a posturas antagónicas aparentemente irreconciliables. Esto se debe, en mi opinión, a que en este debate hay una diversidad de enfoques y desde cada uno de ellos se pretende establecer una verdad irrefutable. Afortunadamente se comienza a esbozar un cambio en el que el peso de las evidencias científicas sobre los posibles beneficios o daños de las plantas transgénicas es lo que se coloca en el centro.
A este cambio de enfoque están contribuyendo, curiosamente, dos sectores contrapuestos en sus visiones sobre los transgénicos, pero que tienen en común su pertenencia al medio científico. Desde sus respectivas visiones han señalado la importancia de fomentar el debate al margen de posiciones ideológicas, basados en las evidencias científicas. Así lo han expresado, por ejemplo, el doctor Francisco Bolívar Zapata y la doctora Elena Álvarez-Buylla, a quienes menciono como ejemplo, pues no habrá duda de que representan posturas diferentes sobre este tema.
Al respecto, una pieza ya se puso en movimiento. El 22 de febrero se presentó un libro coordinado precisamente por Bolívar Zapata que lleva por título: Transgénicos. Grandes beneficios, ausencia de daños y mitos, elaborado por el Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y editado conjuntamente por esta organización científica, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio Nacional, en cuyo auditorio se llevó a cabo la mencionada presentación, a la que acudieron algunos de los coautores de la obra, entre ellos: Hugo Barrera Saldaña, Enrique Galindo Fentanes, Adolfo Gracia Gasca, Luis Herrera Estrella, Agustín López Munguía, Tonatiuh Ramírez Reivich, Xavier Soberón Mainero e Irineo Torres Pacheco, todos ellos investigadores mexicanos con gran trayectoria.
El volumen, que consta de 500 páginas con 11 capítulos, 10 anexos y una muy extensa bibliografía, sostiene en síntesis que no hay evidencia científica relevante sobre daños a la salud, al medio ambiente y a la biodiversidad por el consumo y uso de cultivares transgénicos y sus productos. Una de las virtudes de esta obra es, a mi juicio, que no elude ninguno de los señalamientos que se han hecho y se hacen en contra de los OGM en el mundo y de forma particular en México, especialmente en el caso del maíz transgénico, a los cuales se da respuesta puntual. No me voy a detener aquí en una reseña detallada de este volumen al que se tiene acceso gratuito a través de la página de Internet de la AMC; sólo tocaré algunos aspectos de la presentación.
La exposición principal estuvo a cargo del propio Francisco Bolívar y al final los coautores expusieron sus puntos de vista, entre los que puede destacarse la demanda de que se autorice la siembra responsable de plantas transgénicas en México. A continuación se abrió una sesión de preguntas y respuestas en una conferencia de prensa.
Yo tuve la oportunidad de asistir a esta presentación y la aproveché para hacer algunas preguntas, una de ellas que desde hace tiempo me ha causado gran preocupación: si el rechazo de algunos sectores a los transgénicos ha dañado el desarrollo de la investigación científica en nuestro país en este campo, a lo que el doctor Luis Herrera Estrella, investigador del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad y uno de los precursores en la creación de plantas transgénicas a escala mundial, respondió que los dogmas que giran alrededor de los transgénicos han detenido el avance de la investigación científica, ya que múltiples programas en nuestro país dejaron de financiar los proyectos de biotecnología, en especial los relacionados con los transgénicos. Algo que en lo personal me parece muy grave.
Con este libro se da un paso muy importante para la discusión sobre los beneficios y los riesgos de los transgénicos basada en evidencias científicas. La buena noticia es que la discusión con este enfoque continuará el próximo abril en un acto a realizarse en la Facultad de Ciencias de la UNAM, en el que participarán algunos de los autores de la obra que comento, así como científicos que tienen una posición diferente, como la recientemente galardonada con el Premio Nacional de Ciencias Elena Álvarez-Buylla, entre otros destacados científicos e intelectuales. Creo que finalmente el debate sobre los transgénicos en México toma el cauce correcto.