La ciudadanía debe observar con mucho cuidado y con reserva los resultados de las encuestas electorales, pues aunque indican alguna tendencia, no son adivinanzas ni predicen con precisión lo que va a ocurrir, alertó Ernesto Alonso Sánchez Sánchez, integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Más aún, dijo, esta reserva debe tomarse en el caso mexicano, donde existen variables, como la compra del voto, que influyen de manera importante en los resultados y que no están previstas en los ejercicios de las casas encuestadoras. A este fenómeno, se suma también el elevado número de indecisos.

En entrevista, el especialista, quien forma parte del Departamento de Matemática Educativa del Cinvestav y con amplia formación en el área de estadística, sugirió a los ciudadanos observar el conjunto de encuestas publicadas y no solamente una; además, analizar la metodología utilizada en cada uno de los sondeos, así como el muestreo al que recurrieron para llegar a los resultados que se dan a conocer.

También estimó en el país desde el pasado reciente las encuestas han formado parte de la estrategia de los candidatos y partidos políticos, con el objetivo de poder inducir el voto y darle al ciudadano su interpretación de la realidad rumbo a la jornada electoral.

Sin embargo, dijo, las empresas encuestadoras pudieran tener ciertas preferencias y con ello publicar algunos resultados parciales. Su trabajo tiene que tener bases científicas, y por lo general no pueden mentir más allá de una pequeña sutileza.

Al referirse de manera particular al momento que vive el proceso electoral del país, hacia los comicios presidenciales del uno de julio, el investigador del Cinvestav señaló que hoy en el conjunto de las encuestas se observa que el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, lleva una amplia delantera.

También estimó, de acuerdo con lo que ha ocurrido en otros procesos y a la realidad misma del país, que es previsible que la diferencia se vaya cerrando conforme se acerque el día de las elecciones.

Sánchez Sánchez, quien analizó a detalle las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el referéndum del brexit en Reino Unido y el plebiscito de paz en Colombia, donde las empresas encuestadoras y de demoscopía tuvieron previsiones fallidas, señaló que en estos casos –pero también en muchos otros– hay una propensión en la gente a ignorar la incertidumbre que contienen los pronósticos y a entenderlos como verdades determinísticas.

Esto también es propiciado por los medios de comunicación, que asumen como afirmaciones contundentes los resultados sin reconocer márgenes de error, escribió el investigador del Cinvestav en un texto donde analiza precisamente los tres hechos arriba citados.

Pero además expresa que esta incertidumbre aumenta en el caso mexicano, pues se dan fenómenos como la compra del voto, situación con la que deben lidiar las empresas encuestadoras en el país, pues no se tienen instrumentos para impedirlo y es un factor que influye en algún grado y en el que regularmente incurre el PRI, partido que tiene mayores recursos y estructura para hacerlo.