México compra a Estados Unidos 98 por ciento del maíz y de soya que adquiere del exterior, con un valor de 3 mil millones de dólares al año, indicó Ryan LeGrand, director en México del Consejo de Granos de ese país.

A ello se suma el hecho de que las cadenas productivas tienen insumos de los tres países y eso no puede desaparecer, señalaron en conferencia de prensa integrantes de la organiza-ción Agricultores en Favor del Libre Comercio.

Llamaron a terminar con la incertidumbre en la renegociación del tratado y pidieron mantener el acuerdo comercial porque si se rompe habría grandes consecuencias. Aseguraron que hay un mercado común, que no es posible disolver.

Confiaron que en la próxima ronda de negociaciones del tratado, el capítulo agropecuario sea uno de los que cierren. Los productores apoyaron mucho al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por lo que ahora esperan que el mandatario tome en cuenta que están en favor del libre mercado, sostuvo Bryan Kuehl, director de la organización.

Herb Karst, productor de cebada y canola, ejemplificó sobre la integración de las cadenas entre los países. Mencionó que exporta cebada a México para la producción de cerveza, bebida que luego se comercializa en Estados Unidos. Agregó que se trata de una cadena de valor integrada que se ha llevado años en perfeccionar

Por su parte, Mario Andrade, vicepresidente de comercio exterior del Consejo Nacional Agropecuario, se refirió a que el TLCAN beneficia a millones de consumidores, en el mercado hay productos que provienen de los tres países. Añadió que en la renegociación del tratado no hay líneas rojas; avanza de forma lenta pero concisa y no se pre-vén obstáculos.

Ricardo Calderón, de la Aso-ciación de Proveedores de Productos Agropecuarios de México, consideró que en la renegociación debe haber más equidad y resaltó que datos de 2016 revelan que las importaciones de México de granos provienen principalmente de Estados Unidos. LeGrand detalló que México es el primer cliente de Estados Unidos en cuanto a maíz y cebada, el segundo comprador de sorgo y para los productores de granos de ese país no hay un mercado más importante.

Keith Kuhl, productor de papa en Canadá, refirió que si se cierran las fronteras también habrá dificultades para el equipamiento; se debe revisar el tratado de manera abierta o toda la cadena de valor sería afectada con cualquier cambio que se dé.