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Economía moral

Cristóbal Kay reseña el libro Pobreza y persistencia campesina en el siglo XXI

Un ejemplo de diálogo crítico-fraternal que ayuda al desarrollo de las ideas

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n una parte de su reseña de Peasant poverty and persistence (PPP) in the 21st Century (editado por Julio Boltvinik y Susan Archer Mann, 2016), Cristóbal Kay se apoya en el libro de Alain de Janvry (AJ) (The agrarian question and reformism in Latin America, 1981). Al final de la entrega del 23/2/17 cité un pasaje de esta obra, en el cual AJ explica que, con el surgimiento de los semiproletarios libres (campesinos dotados de parcelas de subsistencia), los costos de trabajo para la agricultura capitalista dejan de ser fijos y se convierten en variables. AJ continúa así (pp. 84-5):

“En la periferia, por contraste (con lo que, según AJ, ocurre en el centro), la semiproletarización permite que los salarios pagados se encuentren muy debajo de los precios de la fuerza de trabajo. La economía campesina y los sectores urbanos informales son, por tanto, fuentes importantes de subsidios para el sector capitalista moderno. Con el campesinado así establecido bajo el capitalismo como una fuente fácilmente disponible de mano de obra semiproletaria, el sector agrícola de América Latina (AL) se caracteriza por un dualismo funcional que emergió entre el sector capitalista, que produce mercancías (en latifundios capitalistas y granjas comerciales) sobre la base de trabajo semiproletario, y el sector campesino, que produce valores de uso y ‘mercancías simples’, y entrega trabajo asalariado barato al sector capitalista… En la periferia, debido a la desarticulación social, la realización del valor de las mercancías no depende, de manera apreciable, del nivel de salarios de los trabajadores. Por tanto, siempre que sea posible, como en la agricultura y el sector informal urbano, las economías de subsistencia serán mantenidas en tanto que permitan mantener bajos los costos laborales… la liberación de la fuerza de trabajo en una estructura agraria caracterizada por el dualismo funcional provee el trabajo barato y los alimentos baratos que aumentan el nivel de explotación del trabajo en el sector moderno. El binomio agricultura capitalista-campesinado… constituye temporalmente un sistema funcional que corporiza y expresa las contradicciones del capitalismo periférico”.

AJ procede a desplegar las consecuencias de estas contradicciones, mostrando datos de la pobreza campesina en AL, el muy rápido crecimiento demográfico rural, y la liga de ambos con el deterioro ecológico (erosión, sobre todo). Pero va más allá y explora la famosa ‘cuestión agraria’, la persistencia campesina, en su interesantísimo capítulo tres (Transformación de la estructura agraria y el campesinado). La tentación de continuar dialogando con Alain de Janvry (profesor de economía agrícola en Berkeley y autor de muchos libros) es enorme, porque los puntos de contacto (acuerdos y desacuerdos) con mi teoría sobre la pobreza y la persistencia campesinas son muchos. Pero quiero volver a la reseña de Cristóbal Kay, al que agradezco me hiciera consciente de la omisión que cometimos en el libro al no abordar esta importante obra de AJ. Su crítica por la omisión del libro Peasants and the art of farming. A Chayanovian Manifesto de Jean Douwe van der Ploeg, en cambio, está fuera de lugar porque este libro fue publicado en 2013, mientras el Seminario Internacional del que deriva el PPP tuvo lugar en marzo de 2012. Si bien es cierto que el prólogo, la introducción y el capítulo 12 de PPP se escribieron entre 2015 y 2016, no intentamos revisar las nuevas publicaciones de manera sistemática.

Otra línea de crítica a PPP y, en particular a lo que yo escribí, en la reseña de CK, está encabezada con el título El carácter abstracto del análisis de Boltvinik. Ahí señala su acuerdo con varias de las críticas que Henry Bernstein (autor del capítulo 5 de PPP) hizo de mi ponencia básica (capítulo 1 de PPP), en “particular sobre el carácter muy abstracto de su análisis que se manifiesta de varias maneras: 1. Referencias limitadas a la más amplia economía capitalista. 2. Boltvinik no funda sus abstracciones en la ‘teoría como historia’, por lo cual no explora ‘el de-sarrollo de la agricultura en la sociedad capitalista”, lo que le da a su capítulo un carácter determinístico y estático. 3. Ligado al punto anterior, la resistencia de Boltvinik de darle uso empírico a la teoría (cita otra vez a Bernstein). La lucha de clases está prácticamente ausente de su teoría. Respondo a esta línea crítica de CK recuperando lo que respondí a la misma crítica de Bernstein en el capítulo 12 que cierra PPP:

“Mi primera respuesta es que las teorías son necesariamente abstractas. Por ejemplo, tanto la teoría marxista del valor como la teoría neoclásica de los precios, son muy abstractas. Pero la principal crítica de Bernstein es que mis abstracciones no están fundadas en la ‘teoría como historia’. Esta expresión proviene del título de un libro de Jairus Banaji (Theory as history. Essays on modes of production and explotation, 2010]; en cuyo prólogo (pixi), Marcel van der Linden explica el significado de esta expresión: Si hemos de comprender de verdad y en profundidad los procesos históricos, entonces debemos hacer justicia plena a la evidencia empírica… También tenemos que revelar las determinaciones abstractas que están escondidas ‘detrás’ de lo concreto, lo que conduce hacia una reproducción de lo concreto por la vía del pensamiento (cita los Grundrisse de Marx). Pasamos por alto esta necesaria dialéctica de lo abstracto y lo concreto, es probable que se produzca uno de dos tipos de errores. O bien quedamos atrapados en una narración descriptiva de una masa de detalles empíricos que no alcanzan las determinaciones abstractas que identifican y explican convincentemente la naturaleza real de un proceso histórico en su totalidad. O bien, imponemos abstracciones forzadas en la historia, que no se basan en un análisis exhaustivo de sus especificidades concretas, y que, por lo tanto, son en gran medida arbitrarias y superficiales…”. Estoy totalmente de acuerdo con Bernstein, Banaji y van der Linden (y ahora CK), y me haría muy feliz participar en un esfuerzo para fundamentar plenamente mi teoría en la historia, que no está del todo separada de ella, como se puede ver en muchos argumentos de una naturaleza histórica concreta a los cuales me refiero en el capítulo uno y en este XII (usando ejemplos de México, Rusia, Alemania y Estados Unidos, principalmente de los siglos XIX y XX), a través de la percepción de hechos por Marx, Kautsky, Lenin, Cabrera y muchos autores contemporáneos. Lo que falta es una evaluación histórica sistemática de mi teoría…”. (pp. 394-5)

Respecto a la primera manifestación del carácter abstracto de mi ‘análisis’, según CK, la de referencias limitadas a la más amplia economía capitalista, debo señalar que mi teoría de la persistencia y pobreza campesina es sobre los campesinos en el seno de la sociedad capitalista, como se aprecia en lo que sigue:

“Las únicas formas productivas que asumen los costos de reproducción de la fuerza de trabajo agrícola durante todo el año son las sociedades primitivas, la esclavista, y la economía campesina (incluyendo al farmer familiar). Si la economía campesina no concurriera a un mercado compitiendo con la economía capitalista podría, en principio, trasladar al consumidor los costos de manutención familiar durante todo el año, vía precios. Pero en la medida que no es así, debe asumir el costo social que las formas capitalistas imponen en la agricultura, debiendo contratarse como trabajadores asalariados fuera de la parcela… para complementar sus ingresos. El costo humano es altísimo (separación de la familia, condiciones de vida infrahumanas, etc.) y… la pobreza permanente”. (Boltvinik, p. 53, capítulo 1 de PPP).

La lucha de clases, por último, está presente en mi propuesta de subsidiar la economía campesina en los países de la periferia, y tiene una fuerte presencia en muchos capítulos del libro: en la introducción (que escribimos Susan A. Mann y yo) se abordan las guerras campesinas y la Vía Campesina, que es analizada en varios apartados. El capítulo 11 de Barkin-Lemus se centra en la superación de la pobreza de abajo hacia arriba. Y hay mucho más propuestas que no puedo mencionar por falta de espacio. CK parece no haber leído el capítulo 12, donde enumero más temas omitidos (involuntariamente) que los que él destaca. Estamos de acuerdo: el debate está inacabado e incompleto. Desacuerdos aparte, gracias, Cristóbal, por tu profunda reseña.

www.julio-boltvinik.org