El Sindicato Nacional de Mineros denunció que Indalecio Pérez Morones, su delegado especial en el conflicto de la mina Media Luna, propiedad de la empresa Torex Gold Resources, fue amenazado de muerte, y reiteró que la empresa prepara una escalada de violencia contra los trabajadores en paro, por lo que la responsabiliza de cualquier agresión contra el sindicalista y todos aquellos que se encuentran en lucha por el reconocimiento de sus derechos laborales.

La agrupación aseguró que han surgido nuevas advertencias de violencia contra los trabajadores por parte de gente contratada por la firma canadiense. Incluso, aseguró, Torex Gold ya sacó las fuerzas policiacas que había dentro de la mina y pretende meter a varias personas que llevarían a cabo la represión contra los mineros.

La empresa sigue empecinada en no respetar los derechos de los trabajadores de la Media Luna, ubicada en Cocula, Guerrero, así como los de los campesinos a quienes arrendó tierras para las labores mineras, sostuvo este gremio, que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.

Denunció que la compañía sacó de la mina a los golpeadores de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y a las fuerzas policiacas y militares, para hacer entrar en los próximos días a un grupo privado de golpeadores, que buscarán reprimir a los mineros que están en paro en defensa de su libertad de sindicalización.

En esta escalada de preparativos de violencia, Indalecio Pérez Morones, delegado especial del comité ejecutivo nacional del sindicato minero, ha sido amenazado de muerte por esbirros de la empresa, para que cese de organizar a los trabajadores en lucha, sostuvo la organización.

Por ello responsabilizó a Torex Gold Resources, los grupos paramilitares que ésta pudiera contratar, las fuerzas armadas de los gobiernos federal y local y los golpeadores de la CTM local de cualquier daño que le ocurra a Pérez Morones. Añadió que en caso de agresión habrá litigio legal hasta lograr el castigo penal de quienes atenten contra la integridad del sindicalista, su vida y las de los demás trabajadores y campesinos, así como sus familias.

También exigió que las autoridades federales y estatales dejen de proteger y auspiciar a los directivos de la empresa canadiense en su pretensión de aplastar las protestas de los trabajadores de la Media Luna, así como a los lugareños.