Luis Alfonso Murillo Acosta, El Güero Ranas, presunto coordinador del ataque contra un grupo de soldados en 2016 que dejó un saldo de cinco efectivos muertos y 12 lesionados, fue abatido durante un operativo conjunto de elementos del Ejército y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR).

Aunque no está en la lista de los 122 objetivos del gobierno federal, Murillo Acosta es ubicado como uno de los principales generadores de violencia en Sinaloa e integrante central del cártel del Pacífico.

El operativo tenía como objetivo realizar un cateo en una vivienda de la colonia Loma Rodriguera, en Culiacán, Sinaloa, luego de que labores de investigaciones de gabinete y campo apuntaron a que El Güero Ranas se encontraba en ese lugar.

Al momento en que elementos de las fuerzas armadas arribaron al sitio fueron agredidos con armas de fuego por individuos que intentaban huir, por lo que personal militar repelió la agresión, resultando abatidos Murillo y Javier Jaciel Mendívil, El Primo, además de la detención de tres personas más, presuntamente integrantes del mismo grupo delictivo.

Murillo Acosta era señalado como quien coordinaba la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), así como la venta y distribución de droga, todo bajo las órdenes de Archivaldo Iván Guzmán Salazar, El Chapito, quien es hijo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo. Además era encargado de brindar seguridad a la familia de Guzmán Loera.

Los agentes federales decomisaron en el operativo seis armas largas y una corta, así como un vehículo y droga, lo cual fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público Federal adscrito a la PGR de Culiacán.

El 30 de septiembre de 2016, soldados realizaron un operativo en el que detuvieron a Julio Óscar Ortiz, El Kevin, quien resultó herido, por lo que fue trasladado en una ambulancia de la Cruz Roja a un hospital. Sin embargo, antes de llegar a su destino, los efectivos castrenses que custodiaban el vehículo fueron emboscados con el objetivo de rescatar a Ortiz.

El 14 de octubre de 2017, Iván y Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín Guzmán Loera, se deslindaron de la emboscada por medio de una carta que difundieron por Internet.