En su visita oficial a México, la titular adjunta del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Kelly Clements, constató que el país se ha convertido en destino para un creciente número de personas que huyen de sus naciones por la violencia o persecución, pero enfrentan demoras para que sus solicitudes de asilo sean resueltas.

En su recorrido por varios puntos de la ruta migratoria, la funcionaria internacional verificó las condiciones en que viajan los indocumentados centroamericanos, la frustración que enfrentan al no tener respuesta en torno a su petición de asilo y las razones de violencia por las que huyen de sus países.

Clements reconoció el esfuerzo de la sociedad civil en favor de las personas en tránsito y la participación activa del Estado mexicano, junto con cinco países centroamericanos, en el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones, un esfuerzo para enfrentar el desplazamiento forzado.

Lamentó que en México no existan los mecanismos para evitar detener al cruzar la frontera a los solicitantes de asilo. Por ello, llamó a establecer alternativas para que estas personas puedan buscar seguridad y protección internacional sin correr riesgos al entrar a territorrio mexicano por cruces ciegos.

Destacó también la importancia de fortalecer a escala nacional los procedimientos para identificar dentro de los flujos migratorios a menores de edad con necesidades de protección internacional, y de asegurar que tengan acceso a cuidados alternativos que garanticen, entre otros, su derecho a no ser detenidos.

Clements inició su visita al país el domingo pasado y concluyó el lunes. Estuvo en Ciudad de México, Tabasco y Chiapas, donde se reunió con representantes de otras agencias de la ONU e integrantes de la sociedad civil.

Visitó albergues y estaciones migratorias. Ayer cruzó por vía terrestre hacia Guatemala y después irá a Honduras. El sábado terminará su visita oficial por la región.

En su paso por México, informó el Acnur, escuchó relatos de solicitantes de refugio. Se dio cuenta que cada vez hay más personas, sobre todo procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), que ven a México como un destino final –tan sólo el año pasado se presentó el máximo histórico de solicitudes de asilo con más de 14 mil–, y esto representa un cambio en la dinámica migratoria que ha generado retos significativos para la sociedad civil, para los organismos internacionales y para las autoridades, particularmente para la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.