Cuernavaca, Mor.

María y Amalia Hernández, madre y tía de Oliver Navarrete Hernández, quien fue secuestrado, asesinado e inhumado en forma ilegal en una de las dos fosas clandestinas de la Fiscalía General del Estado (FGE), advirtieron que el nuevo fiscal, Uriel Carmona Gándara, pretende inhumar 353 cadáveres que están en el Servicio Médico Forense casi de la misma forma que en 2014, cuando fueron sepultados cuerpos sin seguir protocolos en Tetelcingo y Jojutla.

Convocaron a familiares de desaparecidos en Morelos y otros estados a que vengan a buscarlos para obligar al gobernador Graco Ramírez y a la FGE a que permitan que la Procuraduría General de la República, la Policía Federal y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos obtengan perfiles genéticos de los cuerpos.

Propusieron aplicar el método de las exhumaciones de 2016 y 2017 en Tetelcingo y Jojutla y que las dependencias mencionadas cotejen muestras para confirmar perfiles, porque no confiamos en la FGE, debido a que en 2014 enterraron más de 200 cuerpos en Tetelcingo y Jojutla sin siquiera practicarles la necropsia de ley.

Dijeron que sólo a 70 por ciento de los 353 cadáveres se les han tomado muestras genéticas pero, según el coordinador de servicios periciales de la FGE, Samuel Nava Vázquez, el laboratorio que hizo ese trabajo no está certificado, por lo que no existe certeza de que las muestras sean útiles.

Que a esos cuerpos se les dé un trato digno. Oliver estuvo 8 meses y 12 días enterrado con otros 118 cuerpos en una de las fosas de Tetelcingo. A estos 353 no los deben inhumar de manera irresponsable sólo porque la fiscalía ya no los quiere tener ahí, reprochó Amalia Hernández.

Aseguraron que Carmona Gándara confirmó que las inhumaciones comenzarán en marzo y advirtieron que si el fiscal estatal no acepta que otras instituciones tomen muestras de ADN interpondrán un amparo para impedir que se repita lo ocurrido en Tetelcingo, donde Oliver fue inhumado en forma ilegal el 28 de marzo de 2014.