Nueva York.

Cuarenta y seis festivales de música del mundo se comprometieron ayer a aumentar la igualdad de género en su programación antes de 2022, en momentos en que la falta de reconocimiento de las mujeres en el sector del entretenimiento es objeto de debate.

Espero que este sea el comienzo de una industria más equilibrada que traiga beneficios para todos, apuntó Vanessa Reed, directora de la PRS Foundation, organización británica de apoyo a iniciativas musicales, que encabeza la campaña.

Estos 46 festivales, en Europa y Estados Unidos, se comprometen a que sus cabezas de programa, jurados y comisiones estén formados por al menos 50 por ciento de mujeres.

Ocho festivales ya lo habían hecho anteriormente, entre ellos Iceland Airwaves, Reykjavik Rock and Electro Festival y The Great Escape, en Brighton, Reino Unido.

Se unieron 38 nuevos festivales a la iniciativa. En Francia lo hicieron el Gilles Peterson’s Worldwide Festival, de Sète, y el Midem, importante acto anual para la industria de la música. También se sumaron el BBC Proms, encuentro de verano de música clásica en Londres, y el A2IM, asociación estadunidense de música independiente en Nueva York.

Los festivales en Canadá están bien representados en esta lista, incluida la Canadian Music Week, en Toronto.

Pero la iniciativa de género no incluye muchos de los festivales de música más famosos, que a menudo presentan a hombres como cabezas del programa.

Coachella, por ejemplo, el festival estadunidense más célebre, tiene una sola mujer, Beyoncé, entre los tres cabezas de cartel en abril. Y ninguna mujer estaba entre las tres principales nombres de Glastonbury en 2017, que se lleva a cabo cada dos años.

Como una media, el año pasado las mujeres integraron 26 por ciento de los programas de estos encuentros en Reino Unido, y estamos hablando de doblar esa cifra antes de 2022, aseveró Reed a medios locales.

Asimismo, precisó que “nuestro enfoque en la equidad de género en 2018 está en sintonía con el centenario del sufragio femenino en el Reino Unido.

Luego de 100 años, la presión continúa y, con una mayor conciencia pública sobre las desigualdades en las industrias creativas, tenemos la oportunidad de responder y comprometernos con un cambio tangible en la música, agregó.

En ese contexto, aseveró: espero sea el comienzo de un sector más equilibrado que resulte en beneficios para todos.

La campaña surge en un momento en el que cada vez se alzan más voces para denunciar el sexismo institucional en la industria del entretenimiento y otros sectores culturales, desde que irrumpió el escándalo de Harvey Weinstein.

Varias mujeres dedicadas a la música expresaron su indignación después de que Neil Portnow, presidente de la Academia de Grabación estadunidense, que organiza los premios Grammy, dijera que las artistas debían dar un paso al frente para aumentar su presencia entre los premiados.