Contra lo que pensaban, a media pelea, Francisco Gallo Estrada escuchó lo que le susurraba su entrenador, Alfredo Caballero. “Gallo, vamos perdiendo en la puntuación”, le dijo con una prisa que acentuó su acento norteño; o sales a noquear o no reconocerán una victoria.

Estrada regresó más frontal, menos a esperar para el contragolpe ante el campeón mundial superpluma, el tailandés Srisaket sor Rungvisai. Los últimos episodios fueron de intercambio permanente, incluso, al final estuvo a punto de noquear al contrincante, quien resistió con solvencia de roble.

“Los jueces querían ver más del Gallo”, concluye Caballero un par de días después del combate que perdieron el sábado 24 de febrero en California; creo que ganamos, sin duda, pero nos faltó ir más al frente, proponer más, porque parece que tener estrategia de contragolpista, aunque sea un boxeo muy técnico, no les convence si uno es el retador. Reaccionamos tarde.

Los jueces dieron la victoria al tailandés por decisión mayoritaria: dos lo vieron ganar, pero el tercero se decantó por el empate. Caballero acepta el veredicto, asume que les faltó ser más enfáticos con el combate; lo que le parece inaceptable es la tarjeta del juez que vio perder al Gallo por una diferencia de seis puntos, lo que equivaldría a que habría recibido una rotunda paliza.

Esa tarjeta es ridícula, reclama Caballero; “no dejan de ensuciar las grandes funciones con esas tajetas ridículas, cuando las leen hasta la gente protesta, porque no reflejan nada de lo que pasó en el cuadrilátero; no sé quién pone a esos jueces que se nota no saben hacer esa función o para qué los ponen… no sé”.

El nicaragüense Román Chocolatito González, ex campeón y antiguo rival, declaró que no sólo había visto ganar a Estrada, sino que lo había conseguido con claridad.

“Sí lo dice alguien que sabe, con tanta experiencia como el Chocolate, pues creo que nos da una idea de lo que ocurrió y no el disparate que vio ese juez con su tarjeta”, enfatiza Caballero.

Pese a la derrota, el equipo del mexicano no se desanima. El entrenador está convencido de que su peleador ganó algo con esa derrota. La revancha –piensa– es inevitable; se habló desde antes del combate y creció el rumor tras el espectáculo que brindaron.

“Después de lo que el Gallo demostró el sábado, Rungvisai no tiene otro rival para atraer tanta gente en Estados Unidos y México”, explica Caballero sobre la pelea, cuyo primer reporte calcula que fue vista por más de 5 millones de espectadores por televisión abierta en México.

Creo que (los empresarios) ya deben estar negociando la revancha, ojalá que se logre para que sea antes del Mundial (de futbol) y no pierda interés.

Caballero ve algo en el Gallo que le recuerda al ex boxeador Juan Manuel Márquez, quien a pesar de que no era favorecido por los jueces en algunos combates, siempre conquistaba al público. Como reflejo de aquella biografía, en la perspectiva del entrenador, Estrada regresará para noquear y dejar a todos en silencio.