Menos de 15 por ciento de las personas con alguna enfermedad mental recibe la atención médica que necesita; sólo 3 por ciento acude con algún médico especialista y se estima que una de cada cuatro personas en México ha tenido algún trastorno a lo largo de su vida. Este es uno de los grandes desafíos que enfrenta el país, reconoció hace unos días el titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Narro, pero podría empezar a resolverse con la iniciativa de ley que se analiza en la Cámara de Diputados.

El proyecto plantea, entre otros puntos, integrar la atención de la salud mental desde las clínicas familiares con mecanismos de prevención y detección temprana de los afectados. En ese nivel también podrían articularse los servicios de salud mental comunitarios, actualmente inexistentes.

También propone asegurar que los hospitales generales otorguen servicios de calidad a personas con trastornos mentales en su fase aguda y de ser el caso –debido a crisis graves– puedan ser internados por un periodo breve, lo que ahora tampoco existe.

La iniciativa presentada por legisladores de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México, cuenta con el aval de la Ssa y recoge la experiencia del Modelo Miguel Hidalgo de Salud Mental. Éste forma parte del Plan Nacional en la misma materia y tiene como finalidad eliminar el sistema asilar, priorizar la rehabilitación de los pacientes con atención médica gratuita y garantizar el respeto a sus derechos humanos.

Con base en el modelo Hidalgo, lo más importante es contar con alta disponibilidad de servicios de consulta externa y que la mayoría de los pacientes del sistema asilar pasen a villas de transición, donde puedan retomar su independencia, interactuar con la comunidad y conforme a sus posibilidades físicas y mentales reintegrarse a la sociedad.

Sólo algunos enfermos (hasta una tercera parte) no se incorporan a este esquema, pues debido a que han permanecido internados 20 o 30 años, su afectación neurológica es irreversible. De estos últimos, la mayoría son adultos mayores que fueron abandonados por sus familias, explicó Virginia González Torres, secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental (Consame) de la Ssa.

Aunque el modelo Hidalgo forma parte de las acciones de la SSa desde 2001, sólo ha sido retomado por el estado de México, en un par de hospitales, en uno de Hidalgo y de manera parcial en Jalisco. Debido a la descentralización de los servicios de salud, es facultad de los gobiernos estatales tomar esta decisión, comentó la funcionaria.

En Yucatán, el próximo 15 de marzo iniciarán los trabajos de construcción de las villas que sustituirán al Hospital Siquiátrico de Mérida donde desde hace casi dos años, Virginia González Torres, secretaria técnica del Consame de la SSa, denunció las condiciones insalubres e inseguras en que se encontraban los pacientes.

Entre otros, señaló la carencia de ventilación en época de calor; en la de lluvias, deficiencias en la infraestructura para prevenir picaduras de mosquitos transmisores de dengue, zika y chikungunya. Además, González Torres denunció que los pacientes no recibían la atención médica que requerían.

Después de varias visitas y una abierta confrontación con el secretario de Salud del estado, Jorge Mendoza, la funcionaria federal logró que el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata, aceptara impulsar el modelo Miguel Hidalgo, con el cual se asegura el respeto a las garantías fundamentales de los pacientes siquiátricos. La finalidad es lograr la rehabilitación de la mayoría de ellos, explicó González Torres.

Con el proyecto de Ley de Salud Mental que se encuentra en la Cámara de Diputados, el cambio en favor de los pacientes sería obligatorio en el país. Tendría que impulsarse la prevención y aumentar la inversión que, actualmente, está concentrada en los hospitales siquiátricos, dijo González Torres.