Legisladores del PAN y del PT- Morena se solidarizaron con el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, en su defensa de la autonomía universitaria y coincidieron con él en que la solución para combatir la violencia en instalaciones de la máxima casa de estudios del país no es la intervención militar o de las fuerzas policiacas.

“Qué bueno que el rector Graue expuso claramente que la violencia armada no es la solución a los problemas de delincuencia, de narcomenudeo que se han registrado en la UNAM”, comentó el ex secretario de Educación Pública (SEP), Manuel Bartlett.

El también coordinador del PT-Morena, agregó que el rector, con toda sensibilidad, expuso el clima intolerante de violencia que se vive y su repudio a todo intento de llevar a los militares a las instalaciones universitarias, con el pretexto de que persigan a los delincuentes.

En entrevista aparte, el vicecoordinador de esa bancada, Zoé Robledo, hizo notar que en muchas ocasiones, invocar la presencia de elementos armados en Ciudad Universitaria no tiene que ver únicamente con el tema de la seguridad, sino que muchas veces lo que se busca es una intervención en otras esferas internas de la UNAM.

“Me solidarizo por completo con la postura del rector Graue, el pronunciamiento que formuló ayer –a propósito de la muerte de dos presuntos delincuentes dedicados al narcomenudeo y otros hechos violentos– fue muy responsable, ya que no es con gente armada como se solucionará el problema”.

El senador Robledo expuso que el rector Graue tiene razón, ya que la violencia dentro de la UNAM se puede resolver de forma muy diferente a la estrategia que el gobierno federal si-gue para combatir el narcotráfico en todo el país.

Una intervención armada o militar podría generar problemas mayúsculos. No olvidemos el 68.

Por separado, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, el panista Juan Carlos Romero Hicks, coincidió con ello y dijo que fue impecable el discurso del rector Graue, porque la UNAM es una casa abierta, abierta a la sociedad, al mundo, a las ideas, al tiempo, a todo. Esa característica debe cuidarse.

El rector, resaltó Romero Hicks, salió en defensa de la propia comunidad, porque el espacio universitario merece elemental respeto, tanto de quienes integran la UNAM como de quienes pueden tener acceso a ella.