Nueva York.

El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer por unanimidad la resolución que ordena una tregua por al menos 30 días en Siria, imprescindible para realizar las operaciones humanitarias que requiere el país árabe.

Fuerzas del presidente sirio, Bashar Al Assad, reanudaron los ataques contra el enclave rebelde de Ghouta Oriental, causando al menos 32 muertos, informó el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Tras la resistencia inicial de Rusia y varios días de negociación, los 15 países miembros del Consejo de Seguridad votaron unánimemente en favor de la resolución para un cese el fuego en Siria cuanto antes; sin embargo, el documento no incluyó medios de presión jurídicos para imponer la tregua.

El consejo insta a todas las partes, sin dilación, a suspender las hostilidades por al menos 30 días consecutivos en toda Siria, señala la resolución, que también permitiría la llegada de ayuda humanitaria y desalojos médicos de las zonas sitiadas. Además, que organismos de la ONU y sus aliados puedan trasladar a las víctimas de la guerra a lugares seguros.

Los convoyes de la ONU y los equipos de desalojo están dispuestos. No es un acuerdo de paz para Siria. El texto es, simplemente, de carácter humanitario, expresó el embajador sueco Olof Skoog, cuyo país presentó la resolución junto con Kuwait.

Durante la tregua, las intervenciones militares contra el grupo extremista Estado Islámico, la red Al Qaeda y el Frente Al Nusra, así como contra individuos y entidades asociadas con esos grupos, quedarían excluidas del cese el fuego, pero no está claro si la resolución será acatada por las partes en conflicto y en qué medida.

En tanto, Estados Unidos acusó a Rusia de postergar intencionalmente durante días la votación para alcanzar el cese el fuego. No hay ninguna buena razón por la que no hayamos podido hacer esto el miércoles, el jueves o el viernes, señaló la embajadora estadunidense Nikki Haley.

Rusia vetó 11 proyectos previos de resolución en la ONU que tenían como objetivo bloquear las acciones militares de su aliada Siria. El último fue en noviembre pasado, cuando usó su poder de veto para finalizar una investigación liderada por una organización internacional sobre presuntos ataques con armas químicas en 2013 que, según Washington, dejaron mil 429 muertos.

Después de la votación del consejo, aviones sirios, apoyados por la fuerza aérea rusa, lanzaron ataques en el bastión rebelde de Ghouta Oriental. En una semana la ofensiva sobre la región cercana a Damasco dejó 519 muertos, 127 de ellos niños, informó el OSDH.

La zona este de la localidad de Ghouta es controlada por milicias islamitas y está viviendo la ola de ataques más intensa desde que comenzó la guerra civil siria en 2011.