Xolos vino a encerrarse en un estadio Azteca semidesierto
Domingo 25 de febrero de 2018, p. a35
América mantuvo el invicto, pero de una manera opaca. Empató sin goles frente a Xolos de Tijuana en un estadio Azteca que volvió a lucir semidesierto. Los de Coapa sumaron un punto más, valioso, sin duda, para llegar a 17 y mantenerse en la cima del torneo en la fecha nueve. Xolos llegó a 13 unidades, que si bien no les permitirá escalar gran cosa, los mantiene a flote, gracias a la actuación luminosa del portero Gibrán Lajud.
América perdió el color del uniforme y con ello el entusiasmo. El blanco ceremonial por el Día de la Bandera no les imprimió ningún ardor. Jugaron un primer tiempo sin nervio, lo mismo que sus rivales.
Xolos, en la versión más calculadora de un visitante. Atrás, cerrado ante el ataque americanista que parecía extraviado. El único pistón que trabajaba prácticamente a la perfección fue el incansable Renato Ibarra que subía y bajaba con impaciencia ante la dificultad para abrir espacios. Oribe Peralta un poco perdido, un segundo tarde, un centímetro atrás, no llegó a las escasas jugadas que parecían de gol.
La escasa gente en el estadio le suplicaba al árbitro que silbara para irse al descanso y salir a estirar las piernas o espantar el sueño con alguna bebida. Cuando por fin terminó la primera parte hubo un resoplido de alivio.
Tardó casi una hora, minuto 54, para que América tuviera una jugada peligrosa. Oribe recibió la pelota en el área, controló como un clásico y disparó con la derecha; el portero Lajud, en un salto vertiginoso, logró echar la pelota fuera. Algo perseguía a Oribe, que a pesar del esfuerzo no consiguió terminar el trabajo, mientras el arquero jugaba inspirado; nadie pasaría esta noche sobre él en el Azteca.